Muchos lo tratan como un pozo sin fondo, pero lo cierto es que a este ritmo se pescará en el Mediterráneo cada vez menos. De media, desde 1950, la biomasa de las principales especies se ha reducido un 34%. La peor parte se la lleva la zona más próxima a las costas españolas. Un preocupante 50% en 60 años.
"Era la primera vez que se hacía por todo el Mediterráneo, considerando todos los grupos marinos más importantes que tenemos en el mar Mediterráneo", afirma Chiara Piroddi, investigadora de estudio del IMC-CSIC.
Por especies la más amenazada es la sardina. Es la más pescada junto a la merluza y el boquerón. También los crustáceos como langostas o cangrejos han reducido su presencia. Baja también la anchoa. En los puertos llevan años notándolo. "Ha habido años que lo hemos pasado fatal. Ahora estamos en la temporada de la sepia y antes se cogía más del doble que ahora", cuenta Juan, pescador.
Reducción importante también la del tiburón. En algo más de medio siglo, el Mar Mediterráneo ha perdido además el 41% de las focas y lobos marinos.
"Los langostinos, las langostas, la merluza, el mero... se coge menos ahora", afirma Encarna, pescadora.
La culpa, según este estudio, la tiene la explotación pesquera y el crecimiento del fitoplancton. Alertan de que eso, sumado a un fondo marino cada vez más contaminado puede llegar a niveles alarmantes para finales de siglo.
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