El cohete 'Falcon 9' de la empresa SpaceX ha logrado poner en órbita un satélite meteorológico tras un lanzamiento exitoso, pero no ha conseguido el aterrizaje sobre una plataforma marítima que habían planificado los ingenieros.
La primera sección del cohete alcanzó la plataforma donde debía aterrizar, pero al parecer con demasiada fuerza, por lo que una de las patas se rompió y acabó explotando al impactar contra el suelo, ha explicado un portavoz de SpaceX, Elon Musk, a través de su cuenta en Twitter.
El cohete atravesó la niebla de la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, en el centro de la costa californiana, en un lanzamiento retransmitido por la televisión de la agencia espacial estadounidense, la NASA.
Se trata del tercer intento infructuoso de aterrizaje en una plataforma marítima después de las dos intentonas de 2015. Sí que ha conseguido sin embargo un aterrizaje exitoso en tierra firme. El aterrizaje en plataforma marítima era clave para pasar a una nueva fase de lanzamiento de satélites pesados y otras misiones más complejas.
En concreto, el satélite cuenta con instrumental que permite medir mediante ondas y con gran precisión la profundidad de los océanos. Además, permite estudiar las corrientes oceánicas que influyen en fenómenos meteorológicos como 'El Niño', vigilar los tsunamis o controlar los vertidos de petróleo.