Los minerales metálicos del fondo del océano profundo producen oxígeno a unos 4.000 metros de profundidad. Esa es la conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores y publicado este lunes en la revista ‘Nature Geoscience’. Este descubrimiento desafía las suposiciones que se han mantenido durante mucho tiempo de que solo los organismos fotosintéticos, como las plantas y las algas, generan el oxígeno de la Tierra.

Así, parece que el oxígeno también se puede producir en el fondo marino, donde no puede penetrar la luz, para sustentar la vida marina que respira oxígeno, aeróbica, y vive en completa oscuridad. Andrew Sweetman, de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (SAMS), hizo el descubrimiento del "oxígeno oscuro" mientras realizaba un trabajo de campo desde un barco en el océano Pacífico.

Franz Geiger, de la Universidad del Noroeste (Estados Unidos), dirigió los experimentos de electroquímica que explican el hallazgo. “Para que la vida aeróbica comenzara en el planeta tenía que haber oxígeno y hasta ahora sabíamos que el suministro de oxígeno a la Tierra comenzó con los organismos fotosintéticos”, según Sweetman, quien añade. “Ahora sabemos que el oxígeno se produce en las profundidades del mar, donde no hay luz”.

Los nódulos polimetálicos, depósitos minerales naturales que se forman en el fondo del océano, son la base del descubrimiento. Son una mezcla de diversos minerales, tienen un tamaño que va desde partículas diminutas hasta el de una patata. “Los nódulos polimetálicos que producen este oxígeno contienen metales como cobalto, níquel, cobre, litio y manganeso, todos ellos elementos fundamentales que se utilizan en las baterías”, afirma Geiger, que apunta: “Varias empresas mineras a gran escala pretenden ahora extraer estos preciosos elementos del fondo marino a profundidades de entre 3.000 y 6.000 metros por debajo de la superficie. Tenemos que replantearnos cómo extraer estos materiales para no agotar la fuente de oxígeno para la vida en las profundidades marinas”.

Sweetman hizo el descubrimiento mientras tomaba muestras del lecho marino de la Zona Clarion-Clipperton, una cordillera submarina montañosa que se extiende por más de 7.000 kilómetros a lo largo del cuadrante noreste del Pacífico. En el verano de 2023, Sweetman se puso en contacto con Geiger para analizar posibles explicaciones sobre la fuente de oxígeno.

En un trabajo anterior, Geiger descubrió que el óxido puede generar electricidad cuando se combina con agua salada. Los investigadores se preguntaron si los nódulos polimetálicos de las profundidades oceánicas generaban suficiente electricidad para producir oxígeno. Esta reacción química es parte de un proceso llamado electrólisis del agua de mar, que extrae electrones del átomo de oxígeno del agua.

Los investigadores coinciden en que la industria minera debería tener en cuenta este descubrimiento antes de planificar actividades de minería en aguas profundas. Según Geiger, la masa total de nódulos polimetálicos en la Zona Clarion-Clipperton por sí sola es suficiente para satisfacer la demanda mundial de energía durante décadas.