En la investigación, un grupo de científicos de la Universidad Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), no solo pudo controlar los síntomas en pacientes con Parkinson, sino que lo hizo con una menor energía que la utilizada normalmente por la técnica de estimulación cerebral profunda.
Los expertos buscaban una forma de volver más eficiente esta terapia implementada en el tratamiento de distintos síntomas neurológicos, en especial los de la enfermedad de Parkinson.
En la estimulación cerebral profunda, un pequeño dispositivo llamado neuroestimulador envía regularmente impulsos eléctricos y bloquea los desórdenes que provocan los síntomas del parkinson, como los temblores, la rigidez y la inestabilidad.
Aplicado con un procedimiento quirúrgico, el aparato es similar al marcapasos cardíaco, pero sus señales eléctricas están dirigidas a las zonas del cerebro que controlan el movimiento.
El problema, de acuerdo con el estudio, es que la eficacia de esta técnica depende del tipo de frecuencia de la estimulación. "Desafortunadamente, las frecuencias altas de estimulación también causan efectos secundarios más fuertes y consumen más energía que las bajas, lo que lleva a un reemplazo quirúrgico frecuente de las baterías", indica el artículo.
Agotadas las baterías del neuroestimulador, hay que volver a someter al paciente a una cirugía, con los riesgos que ella conlleva. Por ese motivo, los investigadores decidieron buscar una forma más eficiente de aplicar este tratamiento. Diseñaron un modelo computacional para identificar un nuevo patrón temporal de estimulación que lograra ajustar el intervalo entre los impulsos eléctricos.
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"Por lo tanto, disminuye el requisito energético de la estimulación y sus consecuentes riesgos asociados a reemplazos frecuentes", añade el estudio. El modelo diseñado por los investigadores logró, a la vez, mantener la eficacia de la estimulación cerebral profunda y ahorrar la cantidad de energía gastada. Además, para los autores de este estudio, los resultados abren la posibilidad de que cada paciente tenga un modelo específico para su tratamiento.