Se trata de una masa de tierra de 4,5 millones de kilómetros cuadrados de la que solo sus puntos más altos, Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, se encuentran en la superficie.

Este descubrimiento ratifica una serie de teorías que los geólogos barajan desde hace décadas. Entre ellos Nick Mortimer, miembro de la sociedad y autor principal del artículo, residente en Dunedin, Nueva Zelanda.

"Si pudiéramos quitar el tapón de esta bañera estaría clarísimo que existen cadenas montañosas y un enorme continente sobre la corteza oceánica", ha explicado Mortimer.

"Los geólogos llevamos empleando la palabra 'continental' para describir a partes de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. La diferencia, ahora, es que hemos reunido la información suficiente para emplear un nombre 'continente'", ha añadido.

"El texto que hemos escrito se atiene sin vergüenza alguna a observaciones empíricas. Solo queda por ver si superamos la prueba de aparecer en los mapas de aquí a diez años", ha añadido en referencia a esta masa de tierra, separada de Australia hace 80 millones de años como parte de la ruptura del supercontinente conocido como Gondwana.