Puede parecer que el cambio climático es algo lejano, que sólo afecta al hielo en los polos. Pero ya está aquí y se nota en nuestro día a día. Productos como las naranjas de Valencia están sufriendo la sequía.
"Este año han aumentado los costes de producción de naranjas entre un 8 y 10%", explica Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA.
La falta de agua hace que los cítricos sean más pequeños y que muchos ni se recojan de los árboles. Además, cada vez será más raro ver en España almendros en flor. El calor reduce la producción de almendra y los precios subirán.
También veremos como la uva y el vino irán desapareciendo de sur a norte. En 50 años si nada cambia, nuestras denominaciones de origen perderán importancia. "La superficie y producción disminuirá en el Mediterráneo y se extiende a Europa central", afirma Felipe Fernández, catedrático de geografía y física de la Universidad Autónoma de Madrid.
Pero, ¿y el café del desayuno? Están desapareciendo las plantaciones de café y aumentando la broca, un insecto enemigo de la planta cafetera.
Todo esto nos obligará a cambiar nuestra forma de consumir. Aunque todavía estamos a tiempo de frenar el cambio climático si actuamos y reducimos las emisiones.