Desde pequeña Guadalupe Sabio, ahora investigadora del CInC, decidió convertir el laboratorio en su segundo hogar. Hoy dirige un grupo de investigación médica pero llegar a conciliar familia y trabajo no ha sido un camino fácil. "La mujer necesita ayuda porque ha tenido niños, que necesita que se cambien las políticas, las mujeres que se van perdiendo no se perderían y podrían llegar a los puestos más altos", asegura.
Desde hace casi una década las mujeres representan el 60% de los títulos universitarios pero la brecha de la desigualdad aparece con las investigadoras: no consiguen superar el 39%.
"Las mujeres hemos tenido un papel de segunda categoría a lo largo de la historia, son 2016 años siendo segundas y estando en muchos casos invisibles, por eso es todavía más importante que reivindiquemos y pongamos números y cifras", denuncia Carmen Vela, secretaria de Estado de I+D+I,
La baja presencia femenina también se refleja en los puestos de mayor responsabilidad. De los 50 rectores de las universidades públicas solo tres son mujeres. Las direcciones de los grandes centros de investigación están ocupadas por una figura masculina y solo hay un 20% de féminas en las cátedras.
Los estereotipos del papel de la mujer en la sociedad siguen siendo una de las causa más importantes de desigualdad.
La Presidenta de Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC resalta que "hay otra serie de problemas mucho más sutiles que es están ahí desde que nacemos y que quizá habría que empezar a corregirlos desde la infancia." Una de las soluciones empieza por concienciar a las niñas desde pequeñas de que pueden conseguir cualquier meta.