Una empresa británica ha creado una mosca transgénica con una mutación genética para que sus crías mueran en fase larvaria, dentro de la aceituna. Con ellas se intentaría acabar con la plaga de la mosca del olivo en Tarragona.

La idea es soltar estas moscas modificadas genéticamente para que se apareen con las normales, pero las larvas resultantes jamás llegarían a convertirse en insectos, acabando así con la mosca del olivo y evitar perder la cosecha, en muchos de los casos, de todo un año. Joan Josep Duatis, técnico ADV sobre el control de la mosca del olivo, ha declarado: " A la mosca común se le ha sacado un gen que produce una enzima que esta mosca necesita para vivir. Como ya no la tiene, la mosca transgénica no puede seguir viva".

Su objetivo es liberar un enjambre en olivares para que se apareen con la mosca común y así controlar las plagas. Sería el primer experimento con insectos modificados genéticamente en Europa.

Este nuevo descubirmiento no ha gustado nada a los agricultores que temen las consecuencias de un ensayo sujeto a pocos controles y que puede devastar los olivos. Joan Montesó, responsable Unió de Pagesos, ha comentado: "Estamos preocupados porque tendremos dos tipos de mosca: la transgénica y la que no y no sabemos qué pasará cuándo se encuentren, si se aparearán, si no, si tendremos el doble de picadas en la aceituna.

Los ecologistas alertan del peligro que pueden suponer para el consumo humano. Blanca Ruibal, portavoz de 'Amigos de la Tierra' ha aclarado: la larva se mete en la oliva, ahí muere y esa oliva con larva transgénica muerta es la que consumimos nosotros".

La Generalitat no ha dado todavía luz verde al experimento, que convertiría los olivares catalanes en el laboratorio transgénico de Europa.