El cachorro, del que aún se desconoce el sexo, permanece bajo los cuidados de su madre en su recinto interior. El leopardo de Sri Lanka se trata de una atractiva especie de pelaje amarillo anaranjado, con rosetones y manchas oscuras cuya belleza "lo ha convertido en un preciado trofeo para los cazadores furtivos", según ha explicado el recinto.
De hecho, durante los primeros años de la década de los 60 en el este de Africa murieron unos 50.000 ejemplares para satisfacer la demanda del comercio de pieles. En Bioparc habita un grupo de tres individuos, un macho y dos hembras, a los que ahora se suma el cachorro.
Una de las hembras es de color oscuro y, al contrario de lo que comúnmente se piensa, la "pantera negra", "no es otra especie". Entre los leopardos hay ejemplares que presentan una mutación genética llamada melanismo, que hace que el pelaje parezca totalmente negro, sin embargo bajo ciertos reflejos de la luz, se pueden observar sus características manchas.
En contra de la creencia popular, los leopardos negros o panteras no son más feroces que sus congéneres moteados sino que "simplemente ocurre que su aspecto resulta más amenazador". Sin embargo, el melanismo sí parece que suponga una ventaja a la hora de camuflarse en zonas de bosques densos.
Los leopardos negros o melánicos, suelen nacer junto a hermanos de color normal. En el Africa tropical, las panteras negras son una rareza y se hallan sobre todo en los bosques del Monte Kenia y en la cordillera de los Aberdares (Kenia).