El estudio, titulado "Funciones del alta mar e impactos antropogénicos" analiza el rol del océano en el funcionamiento del planeta y señala la necesidad de establecer una protección legal de las aguas internacionales para garantizar su conservación y un uso sostenible.
"Necesitamos establecer urgentemente una gobernanza colectiva para poder gestionar el mar de forma correcta, y tenemos que aplicar el principio de precaución para asegurar actividades humanas sostenibles", aseguró en un comunicado Peggy Kalas, coordinadora de High Seas Alliance, organización impulsora del estudio.
Como señala el informe, los océanos absorben aproximadamente el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los cambios ecológicos están ocurriendo a una velocidad "sin precedentes" y han provocado la disminución especies, así como cambios en la distribución y en el comportamiento de los mamíferos marinos y peces. Apunta que, a pesar de que la exploración y el conocimiento sobre la función de los océanos ha aumentado, resulta difícil entender y predecir el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos y la vida humana debido a la complejidad y diversidad del sistema oceánico.
Se ha comprobado que la subida de las temperaturas de la superficie marina ha causado la proliferación de bacterias patógenas asociadas con el aumento de enfermedades como la gastroenteritis, el cólera e infecciones en la sangre. Revela también que el impacto de la extracción mineral y experimental en aguas profundas dura décadas, por lo que subraya la necesidad de una "documentación detallada previa a la explotación", así como una gestión prudente de las zonas explotadas.
Además, el porcentaje de poblaciones de peces que se extraen a niveles insostenibles ha aumentado a más del 30% y, con los efectos del cambio climático, se estima que la producción de pescado disminuya en latitudes medias y bajas.
Estas conclusiones llegan en un momento en que Naciones Unidas está llevando a cabo la última ronda de negociaciones hacia un posible tratado dedicado a la protección de la vida marina en alta mar, más allá de las jurisdicciones nacionales.