Redes sociales
El odio en X se dispara un 50% tras la llegada de Elon Musk, según un estudio
Los "me gusta" en publicaciones de odio aumentaron un 70%, lo que sugiere que más usuarios estuvieron expuestos a este tipo de contenido en la red social.
Cuando alguien necesita desahogarse, lanzar un insulto o soltar un comentario de odio, el destino es casi siempre el mismo: X. La red social se ha convertido en el vertedero emocional de la sociedad moderna, un lugar donde parece que todo vale y donde el odio no solo se siente, sino que se multiplica. No es una impresión pasajera al hacer scroll, es una tendencia real. Desde que Elon Musk compró la plataforma, el discurso de odio ha aumentado un 50%, según un estudio de la Universidad de California.
La investigación, basada en datos recogidos entre el 1 de enero de 2022 y el 9 de junio de 2023, muestra que la propagación de mensajes de odio no ha dejado de crecer, alcanzando su pico en mayo de 2023.
El informe, liderado por Daniel Hickey y publicado en la revista PLOS One, pone cifras al fenómeno: antes de la compra del propietario de Tesla, X registraba una media de 2.179 publicaciones semanales con discurso de odio. Después de la llegada de Musk, la cifra subió a 3.246. Pero no solo aumentaron los mensajes, también su alcance. Los "me gusta" en este tipo de publicaciones crecieron un 70%, lo que indica que cada vez más usuarios estuvieron expuestos al odio en la plataforma.
Además, el estudio evidencia que en ese mismo periodo la actividad en la red social creció un 8%, descartando que fuera responsabilidad de usuarios nuevos y afirmando que el contenido en la plataforma sí migró hacia este tono. No obstante, los investigadores matizan que el incremento de este tipo de contenido empezó antes de la llegada de Musk.
Si bien los autores de la investigación no pueden dar certezas sobre las causas de este fenomeno, el director Dan Hickey recuerda que son siempre las propias plataformas las que deciden qué tipo de contenido es aceptable y cómo diseñan sus algoritmos.
Lo paradójico es que cuando Elon Musk cerró la compra de Twitter el 27 de octubre de 2022, lo hizo envuelto en un discurso casi heroico, que decía que lo hacía “por el futuro de la civilización”. Reconocía que las redes sociales estaban llevando la polarización al extremo y prometía que la suya no sería “un infierno gratis para todos, donde cualquiera pueda decir cualquier cosa sin consecuencias”, sino un espacio donde, al menos, "se respetaran las leyes".
Un año y medio después, el estudio de la Universidad de California desmiente esa idea. Desde que Musk tomó el control de X - nombre que, curiosamente, también usa para llamar a su hijo-, los insultos homófobos, tránsfobos y racistas han aumentado. Más mensajes, más interacciones, más odio. Si su objetivo era frenarlo, lo único que ha logrado es amplificarlo.