Los ojos de los perros se llenan de lágrimas cuando experimentan emociones positivas, por ejemplo al reencontrarse con sus dueños. Así lo señala un estudio de la Universidad de Azabu, en Japón, publicado este lunes en 'Current Biology', que apunta que esto podría estar relacionado con la oxitocina.
Lo ha realizado un equipo encabezado por Takefumi Kilkusi, a raíz del comportamiento de una de sus caniches al amamantar a su camada, cuando los ojos se llenaban de lágrimas, aunque no le caían por la cara como ocurre con los seres humanos.
Así, los científicos descubrieron que "los perros derraman lágrimas asociadas a emociones positivas" y que la oxitocina, conocida como al hormona materna o del amor, es el posible mecanismo subyacente, de acuerdo con el investigador. Observaciones previas habían determinado que tanto los perros como sus dueños liberan dicha hormona durante sus interacciones, así que el equipo decidió comprobar si reencontrarse con su propietario hacía llorar al animal.
Para ello, midieron el volumen de lágrimas de los perros antes y después de reunirse con sus dueños y vieron que aumentaba tras el encuentro con el propietario, pero no así al encontrarse con una persona desconocida. Cuando añadieron oxitocina a los ojos de los animales, su volumen de lágrimas también aumentó, lo que apoya la idea de que la liberación de esta hormona desempeña un papel en la producción de lágrimas cuando los perros y sus familias vuelven a estar juntos.
Además, pidieron a voluntarios que calificara las fotos de las caras de los perros, con y sin lágrimas artificiales, y resultó que las personas daban respuestas más positivas cuando veían perros con ojos llorosos. Estos resultados sugieren, según el estudio, que "la producción de lágrimas de los perros ayuda a forjar conexiones más fuertes entre las personas y sus perros".
Los perros se han convertido en compañeros de los humanos, y podemos formar vínculos, un proceso en el que "es posible que los canes que muestran ojos llorosos durante la interacción con el dueño reciban más cuidados", según el investigador.
Kikusui asimismo ha explicado que parece que los perros producen lágrimas en situaciones que los humanos considerarían "felices", aunque aún no han comprobado si también lo hacen en respuesta a emociones negativas. El equipo tampoco sabe si lloran cuando se reúnen con otros congéneres y si esta respuesta, en caso de existir, tiene una función social en el mundo canino.