Antes de concluir su misión y dejar de enviar señal, Rosetta tocó la superficie del cometa 67P Churyumov-Gerasimenko a una velocidad de 3,2 kilómetros por hora y mandó datos durante 40 minutos más. Los científicos creen que antes de apagarse habrá rebotado en la superficie del cometa como hizo el módulo Philae, pero ahora no será posible saber dónde se encuentra porque las comunicaciones ya se han interrumpido.
Rosetta debería haber impactado en una región de fosas activas en la "cabeza" del cometa 67P, una mole de hielo, piedra y polvo de 10.000 millones de toneladas y un volumen de 25 kilómetros cúbicos. Es el final de la misión Rosetta, que comenzó el 2 de marzo de 2004, y recorrió 6.400 millones de kilómetros hasta llegar al cometa en agosto de 2014.
La sonda Rosetta no fue diseñada para ser desconectada y por ello ha sido un reto para el equipo de control de vuelo forzarla a entrar en un modo especial que se usó en las pruebas en la Tierra hace más de una década, según la ESA. Finalmente fue posible mediante un software que ha permitido que cuando Rosetta tocó la superficie del cometa se desconectase y dejase de enviar la señal.
Publicado en 'Science'
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Para ello, los investigadores de la Universidad de Stanford han aplicado de manera tópica un colorante alimentario común y ello ha permitido observar sus vasos sanguíneos y el funcionamiento de los órganos y los músculos.