Llevan conviviendo 120 años. Inspirándose el uno al otro, ayudando a los artistas a buscar sus musas.
El cine nació de la mente de los hermanos Lumiere. Ellos se fijaron en la pintura de finales del siglo XIX. Querían capturar el movimiento, el tiempo. Algo que hasta entonces al arte se le resistía. A medida que el cine fue creciendo, las artes fueron fijándose en él.
Las vanguardias explotaron gracias a que sus artistas se inspiraron en el cine mudo de los años 20 y 30. El futurismo, por ejemplo utilizaba las mismas películas como formato artístico, haciendo coincidir en el plano la misma pintura y una escena de la película.
Chaplin también inspiró a muchos artistas. La figura del vagabundo fue tema principal de muchos cuadros de vanguardias. Incluso el pop art de Andy Warhol vivió íntegramente del cine.
A Picasso en cambio el cine no le hacía mucha gracia, pero sabía que era el futuro. Por eso no le importó prestar su imagen para el cine en varias ocasiones.
Godard, Dalí, Hitchcock, Monet... nombres que se han ido cruzando en los últimos 120 años y que sin el cine, habría sido impensable.
Hasta el próximo 20 de agosto en el CaixaForum de Madrid, arte y cine se dan la mano para enseñarnos cómo se mezclaron en el pasado y cómo se mezclarán en el futuro.