Pescado, cañas, sal y fuego. Una receta básica despertó en Málaga hace siglos una técnica de cocinar las sardinas convertida en tradición y cuyo acervo cultural podría convertirse en patrimonio universal.
Es el objetivo de Marbella Activa, asociación cívica y cultural, que inició en febrero los pasos para que el espeto sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
La solicitud busca preservar los conocimientos de una tradición cultural malagueña, no solo como expresión de su gastronomía popular más ancestral, sino también como unión entre la técnica culinaria de la gente de la mar y la celebración social en torno al espeto en la fiesta popular de la moraga.
Así, el espeto busca sumarse a una lista en la que ya están presentes artes y tradiciones como el flamenco, los "castells", el silbo gomero, el canto de la Sibila de Mallorca, los tribunales de regantes del Mediterráneo español y la cal artesanal de Morón de la Frontera.
También celebraciones y fiestas como las Fallas de Valencia, los Patios de Córdoba, el misterio de Elche, la Paum de Berga o "la Mare de Déu de la Salut" de Algemesí.
El proceso para presentar y que se apruebe la candidatura "será largo, probablemente dure varios años, pero algún día debe empezar", precisa el portavoz de la asociación, que relata que el expediente deberá pasar por la Junta de Andalucía y el Gobierno central antes de su traslado, si ambas instancias dan el visto bueno a la propuesta, a la Unesco.