El artista callejero británico Banksy desvelaba este lunes su octava obra en ocho días, la silueta de un rinoceronte dibujado en una pared que parece que trata de escalar un coche aparcado en la acera. La obra se encuentra ubicada en la calle Westmoor en el barrio de Charlton, en el sureste de Londres.
Como es habitual en él, utilizó su perfil de Instagram para reivindicar su autoría. Esta obra daba comienzo a la segunda semana en la que el artista realiza pintadas en distintos puntos de Londres, siempre con temática animal. El martes ha continuado con un nuevo descubrimiento. Se trata ya de su novena obra de arte de su serie de animales. Es la figura de un gorila junto a la silueta de una foca, que apareció sobre una de las persianas del zoológico de Londres.
El artista confirmó la autoría del grafiti en su cuenta de Instagram, en la que se ve a dos personas con indumentaria deportiva corriendo frente al zoo y mirando la obra de Banksy. Esta última muestra a una foca junto a un gorila que levanta lo que parece una manta, permitiendo que varias aves escapen, mientras se pueden ver los ojos de otros animales acechando en la oscuridad.
Londres convertido en zoo artístico
La primera de sus obras la reveló hace justo una semana. Una cabra subida a la cornisa de un edificio con una cámara de seguridad apuntándola. La cámara posteriormente fue reubicada. Esta pintura apareció en el barrio de Richmond, al suroeste de Londres. En su segunda obra representó a dos elefantes saliendo de sendas ventanas y tratando de unir sus trompas. Esta pintura apareció en el barrio de Chelsea.
Tres monos colgando en la estación de Shoreditch High Street, que según fuentes cercanas al artista, podrían hacer referencia al proverbio japonés "no ver el mal, no oír el mal, no hablar el mal", ilustraban desde el pasado miércoles el barrio del este de la capital inglesa. La cuarta obra es la única que no ha sobrevivido, un lobo aullando, plasmado sobre una parabólica del barrio Peckham. Sin embargo, esta obra ya no se puede contemplar en su ubicación original, ya que un grupo de encapuchados robó la antena en menos de una hora, después de que el artista oficializase su autoría.
La siguiente pintura se ubica en la fachada de un restaurante del distrito de Walthamstow. Dos pelícanos pescando peces, precisamente, en un bar de donde se vende el producto típico local "fish & chips". Además, una de estas aves está incluida dentro del rótulo del local. El sábado aparecería su sexta obra, un gato en una posición parecida a la de un estiramiento decoraba un cartel publicitario vacío en el barrio de Cricklewood, al noroeste de Londres.
Ni siquiera se tomó el domingo de descanso. Una garita acristalada de la policía se convirtió en lienzo para el artista callejero, que dibujó sobre ella un acuario lleno de pirañas. La obra se puede apreciar en la calle calle Ludgate Hill, en pleno centro de Londres.
Como se puede apreciar Banksy ha convertido Londres en su zoo particular ante la admiración de todos sus vecinos que están llenando las redes sociales con sus pinturas. Y es que el graffitero, pese a que no ha confirmado sus intenciones, ya que el misterio y la sorpresa son sus señas de identidad, parece no tener la intención de parar.
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