Desde hace días, Madrid huele a fiesta. En una ciudad como Madrid siempre hay fiesta, pero no todas son como las fiestas de San Isidro . Con un extenso programa de actividades y conciertos desde principios de mes, la celebración a San Isidro Labrador alcanza su culmen el día 15 de mayo, festivo en la capital , cuando las zonas que rodean la Pradera de San Isidro y las Vistillas se abarrotan de gente haciendo cola para comer rosquillas y barquillos, bebe 'agua santa' y sí, también bailan chotis vestidos de chulapos y chulapas. Y para ser chulapa o chulapo, hay que tener estilo.

Las chulapas, además de su tradicional vestido, suelen llevar un pañuelo en la cabeza de color blanco, acompañado de uno o dos claveles, de uno u otro color. Todo tiene su sentido, su lógica y, por supuesto, su significado. Lo más sencillo para ser una buena chulapa es utilizar un pañuelo triangular de color blanco, al que se le hace un suave nudo a la altura del cuello, sin necesidad de apretarlo demasiado. Para anudárselo, lo mejor es hacer lo siguiente:

  • Colocarse el pañuelo sobre la cabeza, con el lado más largo rodeando la cabeza y la punta hacia atrás, haciendo que quede centrado y con las dos esquinas a ambos lados a la misma altura.
  • Coger con los dedos las dos esquinas del pañuelo que quedan más o menos a la altura de las orejas, y hacer un nudo simple, no muy apretado.

Con esto, el pañuelo ya estaría colocado. ¿Pero qué es una chulapa sin un clavel? Poca cosa. A la tradición madrileña no le falta detalle y junto al pañuelito blanco se suelen colocar uno o varios claveles, de uno u otro color, en función de la situación. Pueden ser rojos, blancos o rosas (los menos), y el hecho de que se lleven uno, dos o tres también tiene su sentido, si bien hay que remontarse a la tradición y el boca a boca para conocerlo.

El clavel rojo simboliza el amor y la admiración, mientras que el blanco hace referencia a la pureza e inocencia. El rosa, por su parte, apunta a un amor incondicional, un amor más bien del que va de padres a hijos. El número de claveles que usa (y el color) cada una significa algo diferente:

  • Dos claveles rojos: la chulapa está casada
  • Un clavel blanco y uno rojo: la chulapa tiene pareja o está comprometida
  • Dos claveles blancos: la chulapa está soltera
  • Dos claveles rojos y uno blanco: la chulapa es viuda

Además de estos, aunque muchas niñas suelen llevar un clavel rojo, también pueden optar por uno rosa, que representa a las chulapas más pequeñas, a las niñas chulapillas de Madrid.