Podríamos estar ante un Goya desconocido hasta ahora. Pertenece a Javier, un ex anticuario. El lienzo en cuestión le llegó de las manos de un frutero ambulante, hace 4 años. El precio: 40 euros.
Pero, examinándolo detenidamente en su taller, Javier asegura que enseguida vio el ADN de Goya. "Desde ese momento supe que podía tener un Goya", asegura su dueño, un exanticuario.
Hasta 14 pruebas logró reunir para demostrarlo. A Javier, la torre le recuerda a la que el artista pintó en 'El Cacharrero'. La rama que hay justo a la izquierda de la obra, la compara con el árbol seco que aparece en otra obra de 1779.
Compara la postura del pescador de rojo con la de otros que pintó Goya, las rocas también considera que tienen el mismo tratamiento que otras del pintor, y las pinceladas en las olas de la espuma, las compara con otra obra.
Todas estas coincidencias están reunidas en un estudio que ya ha enviado a el Museo del Prado, el único que puede garantizar la autenticidad. "No dicen nada, es un silencio administrativo", denuncia Javier.
De confirmase el hallazgo, estaríamos ante la única Marina de Goya, que su descubridor no se desprendería por menos de 100 millones de euros.
Tenía solo 11 años
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