En sus tiempos fue la iglesia de un monasterio del siglo XIII. Se trata del convento de Santa Clara de Alcocer, en Guadalajara. Tras años de abandono por parte de sus dueños y de sucesivas administraciones, ahora el techo está a punto de caerse y sufre graves daños estructurales. Ha sido incluido en la lista roja del Patrimonio.
Un patrimonio ahora a punto de colapsar que tiene un pasado ligado a la realeza. Y es que, "las tierras en torno a Alcocer, donde se fundó el convento, fueron donadas a doña María Guillén de Guzmán por Alfonso X. Ella fue su amante", explican desde la asociación Hispania Nostra. Muestra de estos vestigios reales es el escudo con iconografía real que se puede ver en una de sus paredes.
Sin embargo, su declive comenzó durante la Guerra Civil, cuando las monjas se vieron obligadas a huir. Así, dividieron y vendieron el edificio rápidamente. Después, según señalan, la propiedad terminó en manos de particulares, construyéndose ocho viviendas en su claustro y un molino en su templo. Un espacio que se utiliza también como local de fiestas.
Ahora, en una de sus fachadas se ve incluso un gran portón metálico que se incrustó para que pudieran acceder vehículos agrícolas. Un maltrato a un edificio histórico que el actual consistorio intenta remediar facilitando la conservación de los poco que queda. El dueño sigue desentendiéndose, según denuncia el alcalde.