Entretenimiento, emoción y sorpresa: era todo lo que prometía el primer programa de entretenimiento de una televisión privada en España: la 'Ruleta de la fortuna' (1990). En aquel momento, el programa lo presentada Mayra Gómez Kemp y los concursantes hacían girar la ruleta con más o menos puntería. Con los años, las pesetas se convirtieron en euros y la 'fortuna' pasó a ser 'suerte'.

Todos aquellos 'antenatresianos', como los llamaba Arús, recordarán esta frase: "¡Qué mala suerte!". Se convirtió en el grito de moda en España gracias al programa 'Al Ataque', que comenzó a emitirse en 1992. Pero Antena 3 no sólo era humor y entretenimiento. Mucho más serios estaban en 'La Clave'. La noche de los viernes tocaba debate, donde tres monos sabios se colaban en la tele junto a José Luis Balbín.

En plató se trataban temas controvertidos en una España cada vez más abierta, y en la que Encarna Sánchez saltó de la radio a la televisióncon el programa 'Y ahora... Encarna' (1990). Donde también había palabras, y muchas, era en 'El programa de Hermida' (1991). Con un público desatado, y con tertulias, entrevistas y actuaciones musicales, pudimos ver a un desconocido Wyoming hablando de su banda de rock. "La mejor del mundo, sin duda alguna", afirmó ante el periodista el actual presentador de El Intermedio.

Pero para música, la sintonía de la serie de televisión más vista en España: 'Farmacia de Guardia' (1991). Un total de cinco temporadas con audiencias que rebasaron el 60% de cuota de pantalla y dejando algunas frases que pasarán a la historia, como el ya famoso: "Para dentro, Romerales".

Cada jueves, pasábamos por la farmacia de Lourdes Cano, y los sábados, nos echábamos una partida a 'El gran juego de la oca' (1993). En este programa había de todo: un tablero gigante con serpientes, barro, un peluquero loco, un lanzacuchillos, besos y tortazos. Allí, Emilio Aragón fue el primero en usar un palo selfie cuando ni siquiera sabíamos qué era un selfie.

De oca a oca, y tiramos porque nos toca, dejamos la tele encendida, al menos, por otros 30 años más.