Los hay silenciosos, inocentes, monstruosos y hasta mortales. Porque estornudar es inevitable. Ya sea por enfermedad, alergia o incluso por el sol.
Sí, porque si usted es una de esas personas que estornudan al mirar fijamente una luz, sepa que no está sol. Según un estudio, una de cada cuatro personas es como usted. Y su estornudo tiene hasta nombre es un estornudo fótico. Ojo, que además se transmite genéticamente, de padres a hijos.
Los hay también que estornudan cuando se depilan las cejas. Se irritan los nervios de la cara y el impulso llega hasta la nariz. Y no estamos solos. Los animales, también estornudan, el que más, la iguana.