En Lugo hay un nuevo auditorio que opta al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, pero nadie puede visitarlo porque está cerrado por falta de equipamiento.
Lo inauguraron en abril y todos se apuntaron a la foto. El coste de la obra fue de 20 millones que puso la Xunta, pero aún faltan otros tres millones y medio para que funcione y se abra el telón. De hecho no hay telón, ni focos, ni sonido.
Desde la Alcaldía dicen que equiparlo es también tarea de la Xunta. "Mientras que la Xunta de Galicia no termine el edificio y lo lo equipe, eso no será un auditorio, será un edificio, y nosotros seguiremos reclamando que terminen las obras", explica Miguel Fernández, portavoz del Gobierno municipal de Lugo.
La Xunta asegura que ya cumplió haciendo la obra, e incluso después, ofreciendo al Ayuntamiento parte de lo que falta. "No acepta la colaboración de la Xunta de Galicia, ni tampoco acepta recibir el edificio que ha costado más de 20 millones de euros a todos los gallegos", asegura Antonio Ameijide, portavoz del PP del Ayuntamiento de Lugo.
La inversión millonaria está congelada desde hace más de cinco meses, el vallado que protege al auditorio se cae a trozos y el acceso tiene un candado suelto para darle más facilidades a los vándalos.
El nuevo auditorio es una antigua reclamación de los lucenses.