Manolo ve la vida caminando, dice que a pie de calle se ven cosas mucho más interesantes: "El otro día en Madrid, un señor pidiendo en un supermercado, llovía, hacía un frío terrible. Me dijo que había trabajado 34 años de su vida. Realmente el resultado es que hay mucha gente sufriendo, gente pasándolo mal y hay que estar por ellos".
García no olvida su origen obreroy lo de los pensionistas le parece una infamia: "Han levantado este país para que ahora al final de sus vidas les estén repartiendo limosnas".
Asegura que pasa de hacerse fotos con políticos: "No tengo ni obligación ni ningún interés, no creo que estén tratando bien a la ciudadanía, nosotros sí que les tratamos demasiado bien".
Cinco años de 'El infinito en un junco'
Irene Vallejo: "Gracias a la mentira de la literatura podemos contar las verdades del mundo"
La autora de El infinito en un junco vuelve ahora con El inventor de viajes, otro libro que nació casi a la vez que su best seller y de la misma necesidad de viajar sentada en el sillón de un hospital.