Se busca al dueño de una calavera que pintó el artista asturiano Dionisio Fierros a mediados del siglo IXX y que actualmente se expone en el Palacio Bozar de Bruselas, en el marco de la exposición 'Naturalezas muertas españolas'. Como en otros muchos misterios del arte, la clave está en darle la vuelta a la obra.
En éste caso, si nos fijamos en su reverso, aparecen tres inscripciones muy interesantes: 'Marques de San Adrián', 'Nº 4', y la más importantes: 'Cráneo de Goya pintado por Fierros'. "Es sobradamente conocida la anécdota de la llegada de los restos de Goya a España. Cuando se mandan repatriar los restos desde Burdeos, descubren que no tiene cabeza", cuenta el comisario de la exposición de Bruselas, Ángel Aterido.
Además, Fierros y Goya tenían un vínculo indirecto a través del Marques de San Adrián. Coincidencias que abren una nueva hipótesis sobre dónde está dicha calavera. Hay quien dice que explotó durante un experimento en la facultad de Medicina de Salamanca. Pero también hubo testimonios que situaron la calavera en un rincón del estudio de Fierros.
"Son como varias piezas en un puzle que encajan con una visión precisamente muy romántica del tema", añade Aterido. Ya desde el Museo de Zaragoza advirtieron que esa tercera inscripción se añadió con posterioridad. Para revalorizarla, quizá. Una historia sin certezas absolutas, ni siquiera la razón por la que Fierros se quedó con la calavera. Puede que buscar la lucidez del pintor encerrada en un cráneo.
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