Ya es oficial. Mad Cool ha comenzado. Dejando atrás una Welcome Party marcada a fuego por Rosalía y 40.000 asistentes a la actuación de la catalana, el primer día oficial de festival no ha sido como se esperaba. 40.000 visitantes respecto a los 80.000 de la primera jornada de la edición anterior y actuaciones poco alentadoras como la de Lauren Hill. Iggy Pop fue la estrella de la noche, extendió su actuación todo lo que pudo y más.
Al ritmo de "I wanna be your dog", Iggy Pop comenzaba su concierto con una energía y complicidad con el público que crea la duda del porqué la organización lo colocó en el tercer escenario en vez de en el principal. En este último actuaron artistas como Bon Iver ni Lauryn Hill que no fueron tan eternos como Iggy.
Con 72 años a sus espaldas, el artista norteamericano demostró al público, a través de sus originales bailes y el arsenal de temas clásicos ('Gimme danger' hasta 'Some weird') que la edad no va con las ganas de disfrutar y hacer disfrutar a los demás.
'The Passenger', su tema más legendario, fue la supuesta última canción y en la que más entrega hubo por parte de los asistentes quienes no dudaron en corear al artista desde la primera hasta la última palabra de la canción.
Este tema fue el 'supuesto último' porque el cantante no cesó: a modo despedida, se bajó al foso del escenario para cantar de cara a cara con sus seguidores 'Search and destroy'. Cuando parecía que ya había acabado, no era así. La energía inagotable de Iggy Pop llegó al clímax cuando interpretó, ya para cerrar, 'No fun' y 'Sixteen'. Con el puño en alto, un Iggy Pop aclamado por el público de Mad Cool abandonaba el escenario.
Las altas temperaturas llevaba a la gente al festival a media tarde para disfrutar hasta la madrugada de otras bazas como Vampire Weekend, Noel Gallagher, The Hives o The Chemical Brothers.
La rebeldía como seña de identidad
Y de un artista entregado a su público a una rapera rezagada. Lauryn Hill empezaba su primer concierto en España media hora después de la hora estimada, cuando la puntualidad es imprescindible para no solapar conciertos."¿Qué pasa, Madrid?", preguntó en perfecto español con un toque de gracia que le nace de su actitud de barrio con la que creció en Nueva Jersey. La embajadora del 'neo soul' no dejó a nadie indiferente con sus aires de reggae y r&b.
El concierto de la ganadora de hasta ocho Grammy dio que hablar no solo después del concierto sino antes. Su aparición de los medios por escándalos y su negativa a publicar más LP, fruto de una errática personalidad, generó cierta nube de dudas acerca de su efectividad durante su actuación.
El público pudo comprobar cómo su majestuosa voz seguía con vida, pero en silencio. Los asistentes no estaban demasiado entregados aunque, como en cualquier concierto, los finales tienden a ser apoteósicos aunque en éste sería un poco menos. La artista interpretó 'Do Woop (That Thing)' y 'Killing Me Softly With His Song'.
En cualquier festival, sea del estilo, género que sea, un poco de música electrónica no puede faltar. Llega al escenario lo más exquisito y extraño de la electrónica: Bon Iver. ¿Por qué extraño? el artista revolucionó el mundo de la música con un estilo intimista y emocional. Álbumes cómo 'For Emma, Forever ago' (2007) y, sobre todo, con 'Bon Iver' (2011) lo demuestran.
La actuación comenzó bien y siguió satisfactoriamente. Arracó con 'Woods', actuación acompañada por una simulación de un paseo por el bosque junto con una oleada de efectos de luces. Primeros pasos del artista en el escenario del festival que, seguido de unos graves, comenzó a remover a las primeras filas hasta llegar a la última.
Sin embargo, su penúltimo álbum '22, a Million'(2016) calmó a las masas como si de una nana se tratara. De repente, la tranquilidad y el silencio reinó entre los asistentes de la actuación del estadounidense. Se trata de un trabajo muy cuidado que fue buen recibido entre la prensa pero no lo suficiente entre el público.
'I,i'es su último disco que aún está por estrenar aunque algunos temas ya han salido a la luz. Poco se vio de este álbum en un concierto que fue eclipsado por el anterior trabajo del artista que poco agradó al público.
A pesar del poco acierto de dedicar gran parte del concierto a una serie de temas que no son de agrado para el público, Iver dejó momentos memorables con 'Perth' y el tambor inicial que tantas emociones generó y, poco después, un 'casi' acústico de 'Skinny Love' donde los asistentes no dudaron en volcarse con el artista ante la magia del momento.
Los clásicos no podían flatar
Eran más de las doce y Noel Gallagher estaba preparado. El ex miembro de la mítica banda 'Oasis' marcó una actuación con un orden de repertorio de lo más curioso: comenzó con sus 'High Flying Birds' para después seguir con las cinco primeras canciones de su último LP, 'Who built the moon?' (2017), y casi repetir después el esquema con 'Black Star Dancing', el EP con el que sorprendió a sus seguidores más fieles al mostrar su lado más funk.De repente, el público se multiplicó por dos ante la llamada de algunos temas de Oasis que Gallagher compuso en su momento. "Son mis canciones, yo escribí la mayoría y forman parte de mi vida", reivindicaba el músico horas antes en una charla con Efe, ante la fuerza de himnos como "Wonderwall" y, ya en los bises, "Don't Look Back In Anger" y el clásico con el que suele cerrar todas sus apariciones, 'All You Need Is Love' de The Beatles.
Canciones que, a día de hoy, son himnos y que, se tenga la edad que se tenga, nunca está de más tener la grandiosa oportunidad de escucharlos en directo de la voz de aquel que, en su día, puso la letra a canciones que para muchos ahora forman parte de al banda sonora de sus vidas.
El viernes 12 de julio Mad Cool abrirá de nuevo sus puertas durante más de diez horas en las que artistas como The National, The Smashing Pumpkins y Vetusta Morla llenarán el recinto de seguidores deseando disfrutar de su música.