"Hemos encontrado lo que parece ser la ciudad de los tres apóstoles, donde Jesús multiplicó los panes y los peces", ha asegurado el arqueólogo Mordejai Aviam, del Kineret College de Israel, que lleva trabajando en este proyecto desde hace tres años.
La temporada pasada Aviam halló, junto a otros 25 arqueólogos y voluntarios, una capa del periodo de las Cruzadas, una factoría de azúcar del siglo XIII, un monasterio y lo que parece ser una iglesia. Dos metros bajo el suelo encontraron restos del periodo bizantino, que se remonta a la etapa final del Imperio Romano y que en sus primeros años de vida se extendió por todo el Mediterráneo Oriental.
Tiempo atrás se había descartado la posibilidad de encontrar algo de este periodo de la historia, explica, pero fue la aparición de una cerámica en 2014 lo que les llevó a centrarse más en esta área, y lo que desenterraron aumentó sus expectativas.
"Hay monedas, cerámica, un mosaico, muros y una casa de baños de estilo romano, lo que nos lleva a pensar que no se trataba simplemente de un pueblo sino de una gran ciudad romana", asegura Aviam, y añade que por debajo de la capa que data de las Cruzadas encontraron estas ruinas del periodo anterior, el romano (del año 300 al 100 a.C.).
Aviam asegura que los restos encontrados demuestran que ese es el lugar donde millones de cristianos ubican ese milagro, si bien hay otras teorías arqueológicas, que sitúan la localidad en otros puntos de la región, rechazando esa ubicación con el argumento que el nivel del lago en esa época cubría esa zona, algo que los nuevos hallazgos contradicen.