Joaquín Cortésrelata a través de sus redes sociales el episodio que le ha llevado a ser ingresado de manera urgente en un hospital en el que aún permanece internado. El bailaor afirma que hace algunas semanas que empezó a no encontrarse bien. "Tenía tos de pecho, cansancio, dolor de cabeza...", explica.
Cortés reconoce que "aún así" estuvo "ensayando sin descanso semanas". "Pude bailar en Madrid en el Teatro y en Barcelona en el Liceu". Sin embargo, estos síntomas que hasta su propia compañía ignoraba, según él mismo confirma, llegaron a un punto que provocó su ingreso. "Hace unos días, estaba jugando con mis hijos y ya directamente me desvanecí. Llegué a urgencias con muy poca saturación de oxígeno en sangre", narra.
Pero, no es el primer episodio que ha sufrido en el último mes. "Hace unos días llevando a mi hijo Romeo al colegio, empecé a toser y me quedé aturdido mientras conducía, me asusté pero se me pasó", asegura el artista. Recientemente, tras asistir a una rueda de prensa en San Sebastián y en la vuelta del aeropuerto a su casa de Madrid, Cortés tuvo que pedirle a su pareja, Mónica Moreno, que cogiera el volante del vehículo porque "de pronto, no veía nada".
El personal médico del hospital le ha sometido a pruebas de cardiología, neurología y neumología, además de suministrarle antibiótico y oxígeno a la espera de una broncoscopia y la colocación de un "holter". "Así, hasta que sepan qué me está pasando...", aclara. El bailaor da las gracias a su público y lamenta su retirada temporal de los escenarios. "Solo me da esperanza pensar que si he bailado así de salvaje sin apenas oxígeno en sangre y con alguna infección en los pulmones, ¡cómo bailaré cuando me recupere!".