Vivir por amor al arte se ha convertido en una quimera. La realidad está bien alejada de las grandes cifras que vemos en las subastas. "Ahora la cosa está peor que antes, peor que cuando yo empecé", "Yo no vivo de mis obras, vivo de mis padres", cuentan Samuel Salcedo, escultor y Bolo Blas, artista digital respectivamente.
Dos universidades españolas han presentado un estudio en el que describen la situación del sector como precaria. Prácticamente la mitad de los artistas no llegan al salario mínimo. "Estoy convencida de que no podría vivir de mis obras, no conozco a casi nadie que pueda vivir de ello, viviendo de las obras no se llega al salario mínimo", expresa Mirian Herráez, pintora.
El pluriempleo es casi una norma. Según el estudio, la mayoría, un 74% necesita otro empleo para sobrevivir. "Directamente de mis obras un 60% porque lo compagino con otro tipo de cosas", explica Eloy arribas, artista.
Y la primera consecuencia es que muchos artistas se van fuera. "La mayoría de gente que se está dedicando a esto no vive ya en España", cuenta Carmen Selma, pintora. "Las condiciones han empeorado, los ingresos no son nada regulares, pocas galerías para todos los artistas que hay, antes la carrera de un artista no iba para atrás", relata David Rodríguez, escultor.
Para sobrevivir piden con una legislación como la francesa. Allí pagan menos impuestos. Eso y una reforma educativa para que en España aprendamos a percibir el arte.