La imagen de la avalancha que acabó con la vida de 21 jóvenes en un macroconcierto en Alemania en 2010 conmovió al mundo. Medio millón de personas fueron conducidas al recinto por un estrecho túnel, provocando más de 650 heridos y 21 fallecidos, entre ellos dos chicas españolas: Clara Zapater y Marta Acosta.
Diez años después esta tragedia ha terminado sin culpables ni sentencia, como denuncia un documental sobrecogedor: 'El caso Loveparade'.
En 2010, los padres de Clara vieron la avalancha del festival Loveparade de Diusburg por televisión, sin saber que allí estaba su hija y una amiga... sin saber que entonces empezaba un largo camino en busca de justicia.
"Vimos las imágenes y nos dijimos 'uf, menos mal que Clara no está'... y al día siguiente nos llamó el cónsul y nos dijo "su hija Clara ha muerto", ha explicado Paco Zapater, su padre.
El Loveparade tenía un aforo de 250.000 personas, pero acudieron más del doble. Todas tenían que entrar por la misma rampa. "Les llevan a una ratonera y su muerte podría ser una cosa anunciada", lamenta el padre de una de las víctimas.
El documental 'El caso Loveparade' revisa la tragedia y un juicio sin precedentes en Alemania: hay centenares de testigos e innumerables horas de filmación que 10 años después ha terminado sin culpables y sin sentencia.
"En Alemania hay una ley que dice que si a los 10 años no se ha dictado sentencia, el delito prescribe", afirma el padre de Claara Zapater. Como denuncian en el documental, entre los acusados no se sentaron ni el dueño de la empresa organizadora, el alcalde o el jefe de la policía de la ciudad.
"Nuestros hijos no estuvieron en aquella rampa de casualidad, sino que alguien decidió el itinerario y por tanto hay responsables", ha expresado Nuria Caminal, madre de la joven.
Ahora recurrirán en el tribunal de Estrasburgo que, aunque no puede reabrir el caso, esperan, les de al menos una respuesta moral.