El cronómetro olímpico vuelve a marcar el inicio de la gran competición deportiva mundial. Una vuelta atrás en el tiempo ha permitido a la revista fotográfica 'Matador' estrenar su edición anual en homenaje al olimpismo moderno.
"Es uno de los grandes momentos de la humanidad, no solo del deporte", ha asegurado el director de la revista fotográfica 'Matador Olímpico', Alberto Anaut.
La humanidad siempre ha seguido con atención las historias de superación de los Juegos Olímpicos. Como el momento en el que Fosbury inventó su propio estilo en el salto de altura y le valió la medalla de oro y el récord olímpico. "Fue el inventor del 'Fosbury Flop', que ahora todo el mundo practica", ha matizado el periodista Santiago Segurola.
1968 fue un año de revoluciones por todo el planeta. Praga, París y el propio México, sede de los Juegos de ese año, vivieron numerosas revueltas. "Hubo una matanza en la Plaza de las Tres Culturas y había tanques cuando empezaron los Juegos", ha relatado Alberto Anaut.
Bajo la tensión política, el que han bautizado como 'el México de los milagros' nos dejó momentos inolvidables. Es el caso de la imagen de la checa Věra Čáslavská, perseguida por los rusos meses antes, ganando cuatro medallas de oro ante sus rivales políticas.
También cabe destacar el increíble récord de Bob Beamon en salto de longitud. En el cual, no había metro que pudiera medir los 8,90 metros que consiguió saltar. "Tardaron casi 40 minutos en medir el salto, todo el mundo se quedó boquiabierto, y el propio Beamon entró en una especie de colapso", ha narrado Santiago Segurola.
El homenaje a los Juegos Olímpicos también incluye el diseño. Los revolucionarios logotipos de Múnich en el 72 o los bocetos originales de la mascota de Barcelona 92, Cobi, también se han recogido en esta edición de 'Matador'.
Pero los verdaderos héroes de los Juegos son los atletas. Desde las estrellas modernas como Michael Phelps o Usain Bolt, hasta los deportistas que la cineasta Leni Rifenstal vio como perfectos modelos griegos en 1936.
De hecho, en estos Juegos, bajo la vigilancia de Hitler en la Alemania nazi, surgió el primer gran héroe olímpico contemporáneo. Jesse Owens, se convirtió en el negro que ganó cuatro medallas de oro en la gran fiesta deportiva del nazismo.