Un terremoto sacude desde hace semanas los cimientos de Hollywood. Un seísmo cuyo nombre se resume en dos palabras: "nepo baby". Un término que, según explica la periodista y tiktoker Marina Ortiz, "viene de 'nepotismo' y de 'baby' que es bebé, con lo cual es hijo del nepotismo, hijo de una persona famosa".
Pero los llamados 'nepobebés' no son solo hijos, sino también sobrinos o ahijados de grandes estrellas, con apellido o sin él, pero con vínculo familiar. "La escalera de privilegio para la gente conocida empieza mucho más arriba que para la mayoría de la población", resume Ortiz.
El epicentro de esta controversia estalla precisamente en Tik Tok, una red social donde generaciones como la Z, nacidos en los 90, expresan su disconformidad con el sistema. Un hartazgo al que se suma, por ejemplo, que en un cortometraje dirigido por la hija de Steven Spielberg, el guionista fuese el hijo de Stephen King y su protagonista, el hijo de Sean Penn.
En el foco, nombres como Lily Rose Depp, hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis. Con apenas 16 años, trabajó como modelo para Chanel, firma con la que ya trabajaba su madre, y al año siguiente, debutó en el cine junto a su padre.
Sin embargo, ha habido 'nepobebés' desde que el cine era en blanco y negro. Actrices como Jamie Lee Curtis, hija de artistas, que ha reaccionado a la polémica con ironía, definiendose a sí misma como la 'nepo baby' original. Está también el caso de Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith, que a su vez es hija de Tippi Hedren.
¿Es o no su éxito una cuestión de linaje? "Creces rodeada de tal talento que lo raro es que no te dediques a ello", resume Ortiz, que apunta que "evidentemente lo va a potenciar más desde niño una persona que lo tiene en casa que una que no lo tiene".
Pero también en España tenemos nuestras propias sagas de estrellas, como los Molina, los Flores o los Bosé. Todo el mundo siempre es hijo de alguien, pero ahora -dicen- parece como si todo el mundo (del espectáculo) fuese hijo de alguien.
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