Para Alejandro Sanz esta es la gira "más espectacular" de su carrera, una apreciación discutible, excepto en temas que suenan apoteósicos, como 'La soledad y yo' y 'No es lo mismo', en parte por el gran número de músicos que lo acompañan, con mucha cuerda eléctrica y casi tanta presencia femenina como en el abarrotado graderío. 

Más de 14.000 personas han llenado por completo el Palacio de los Deportes de Madrid en la primera de las dos citas que el madrileño tiene previsto ofrecer en este recinto, como presentación de su noveno disco de estudio, 'La música no se toca', un número uno en ventas en EE.UU., México, Argentina, Colombia y también aquí, en España, doble platino en su primera semana en el mercado. 

El tour en el que presenta estas canciones nuevas tiene nada que envidiar a los anteriores y, poniendo en práctica el título de una de ellas, ‘Se vende’, ya han sido más de 300.000 personas las que han visto el espectáculo, tanto en Latinoamérica como en ciudades españoles como Sevilla, donde grabó un próximo DVD que contó con flamantes compañeros como Manolo García, Jamie Cullum y Pablo Alborán. 

No ha habido invitados en el concierto de Sanz del miércoles, que ha asegurado sentir una "responsabilidad enorme" cada vez que actúa en Madrid, ciudad a la que ha dedicado el tema 'Looking for paradise'. 

Las dos horas de espectáculo han comenzado pasados unos minutos de las diez de la noche con 'Llamando a la mujer acción' y esos guiños roqueros y nostálgicos de los años 80 que ha querido incorporar a varias de las canciones de la noche, sobre todo en forma de coleo guitarrero al final de las mismas.

Hasta cinco músicos, entre ellos el propio Sanz, se han presentado sobre el escenario tañendo cuerdas, tras dejar caer las tres gigantescas velas que, siguiendo la metáfora de la portada de 'La música no se toca', se sobreponen a cualquier naufragio.

El sonido no ha acompañado al cantante todo lo que sería deseable y han sido muchos los momentos en los que su voz ha quedado enfangada, hasta el punto de hacer casi ininteligibles las letras, algo que, por otra parte, carece de importancia para un público que se sabe cada canción.

Tras "Llamando a la mujer acción", han sonado las resonancias italianas de 'Cómo decir sin andar diciendo', una muestra de temas recientes, ocho en total, con baladas al más puro estilo Sanz como 'No me compares' y los apuntes sinfónicos de 'Se vende'.

El público las ha recogido con entusiasmo, aunque no tanto como sus clásicos, a saber, los apuntes flamencos de su imprescindible 'Corazón partío', con el apoyo de José Carlos Gómez, la citada 'La soledad y yo' o los bises, protagonizados por 'Amiga mía' y 'Y si fuera ella'.

Ha sido al anunciar el final de su concierto que el público de Madrid le ha dicho al artista español que él, de aquí, no se iba. Y así será, porque ofrecerá un segundo concierto en Madrid y muchos más por el resto de la geografía española, antes de cerrar su gira el 11 de agosto en Cádiz.