Hoy se cumplen seis años del fallecimiento de Robin Williams, uno de los actores más queridos de Hollywood de las últimas décadas. El cómico, que se ganó a los espectadores de cine y televisión por sus magníficas improvisaciones y su carácter infantil, se quitaba la vida en su residencia de Paradise Cay (California) a la edad de 63 años.
El actor y cómico, que empezó su andadura en los años 70 en locales de San Francisco haciendo stand-up, consiguió su primer gran éxito en televisión con la comedia 'Mork & Mindy', en la que interpretaba a un extraterrestre. También encarnó a Popeye en un largometraje de carne y hueso en 1980.
Pero, sin duda, su época de éxito llegó en los años 90, cuando se consagró como actor de comedia y drama, llegando a hacerse con un Oscar al Mejor actor secundario. Recordamos las actuaciones más memorables de este polifacético actor.
'Good Morning, Vietnam!' (1987)
Robin Williams encarnaba en esta película a Adrian Cronauer, un locutor de radio enviado a Vietnam durante la guerra librada por los EE.UU. en el país asiático. Por su interpretación en esta película, a medio camino entre la comedia y el drama, Williams obtuvo su primera nominación a los Oscar en la categoría de mejor actor.
La historia, basada en hechos reales, cuenta cómo Cronauer es enviado para animar a las tropas estadounidenses, ganándose allí el afecto de los soldados gracias a su humor irreverente y paródico. Sus formas entre sus superiores, que comienzan a censurar sus guiones, sobre todo por sus comentarios antibelicistas.
'El Club de los Poetas Muertos' (1989)
La segunda nominación llegaría dos años después, en esta ocasión interpretando al profesor Keatin en la inolvidable 'El Club de los Poetas Muertos'. Un maestro de literatura llega a la Academia Welton, un colegio masculino conservador, que no ve con buenos ojos la moderna manera de enseñar del nuevo profesor.
Entre sus estudiantes comienza a erigirse un grupo de seguidores que homenajearán a su maestro reinstaurando el club de poesía que él tuvo de joven en la misma escuela. Para el recuerdo queda el emocionante cierre de la película con la defensa de sus alumnos frente al director del colegio al grito de "¡Oh capitán, mi capitán!", los célebres versos del poeta Walt Whitman.
'Hook' (1991)
Criticada hasta la saciedad en el momento de su estreno, la película de Steven Spielberg consiguió sacar partido de una de las facetas más reconocidas de Robin Williams: la del niño que no quería crecer (como sucedería también en 'Jack', en 1996). El actor se ponía entonces en la piel de Peter Banning, un rígido hombre de negocios que, tras el secuestro de sus hijos, descubre un secreto que había desterrado de su memoria: él es Peter Pan, y debe enfrentarse al mismísimo Capitán Garfio para recuperarlos.
El largometraje se ha convertido en una película de culto, y brilla por muchísimos elementos: un elenco de estrellas que acompañan al protagonista (Dustin Hoffman, Julia Roberts y Maggie Smith), una banda sonora impecable de John Williams y la puesta en escena de un Steven Spielberg entregado a una fantasía colorista y efectista.
'El Rey Pescador' (1991)
La tercera nominación de Williams a los afamados premios de Hollywood vendría de la mano de la película que protagonizó junto a Jeff Bridges: 'El Rey Pescador'. La historia relata cómo Jack Lucas (Bridges), locutor de radio, se culpa por unas declaraciones en su programa, que habrían provocado el asesinato de siete personas en un restaurante.
Deprimido y a punto de suicidarse, conoce a Parry (Williams), un vagabundo con problemas mentales que se cree un caballero medieval en busca del Santo Grial. El indigente le dará un nuevo sentido a su existencia, y descubrirá que su propia salvación pasa por la de su nuevo amigo.
'Aladdin' (1992)
No cabe ninguna duda de que gran parte del éxito de la cinta de Disney se debe al personaje del Genio. El cuento adaptado de 'Las mil y una noches' adquiere un tinte cómico absurdo en cada escena de la película en la que se cuela este personaje secundario. Sin embargo, el producto final no se resiente al integrarse en la fantasía oriental, aun con todas sus referencias modernas.
Aunque no tenemos tradición de ver películas en versión original, admirar las 'payasadas' de Robin Williams a través de Genio es un ejercicio muy recomendable. Por suerte, en España tuvimos la suerte de disfrutar de la voz de un Josema Yuste en estado de gracia para dar voz al simpático djinn azul.
'Señora Doubtfire' (1993)
Otro gran personaje por el que se recuerda a Robin Williams es el de la señora Doubtfire, el alter ego femenino del protagonista. Un actor de doblaje se queda sin trabajo y su mujer le pide el divorcio, perdiendo la custodia de sus hijos. Para recuperarla se transforma en la señora Doubtfire, un ama de casa muy peculiar.
La película es considerada como una de las grandes comedias de Williams, en la que desató toda su habilidad para la improvisación, aunque también lo es como una de las más amargas, por el triste trasfondo del protagonista.
'Jumanji' (1995)
La aventura propuesta por 'Jumanji', que en ciertos momentos coquetea con el relato de terror, es otra de las películas que más marcó a la generación de jóvenes que se crió en los 90. Williams se metía en la piel de la versión adulta Alan Parrish, un joven que queda atrapado en un juego de mesa maldito durante 30 años.
Cuando la partida continúa y Alan vuelve al mundo real, tiene que terminarla junto a dos niñas (una de ellas una jovencísima Kirsten Dunst) y su amiga de la infancia. La aventura que trae la jungla hasta la civilización ha tenido dos secuelas en los últimos años a cargo de Dwayne 'La Roca' Johnson… Aunque nosotros nos quedamos con la original.
'El Indomable Will Hunting' (1997)
El gran reconocimiento a su carrera como actor llegaría después de tres intentos infructuosos por ganar el Oscar al mejor actor. Gracias al guion de unos jóvenes Matt Damon y Ben Affleck, Robin se hizo con la estatuilla al mejor actor secundario por su papel del profesor de psicología Sean Maguire.
El personaje de Williams es la pieza clave en el desarrollo de Will Hunting (Damon), un joven superdotado al que ayuda a superar sus traumas infantiles y enfrentarse por primera vez a la vida adulta. Una de las escenas que le valieron el Oscar es la que puedes disfrutar debajo de estas líneas.
'Insomnio' y 'Retratos de una obsesión' (2002)
Hacemos trampa para englobar dos películas de Robin Williams estrenadas el mismo año que se salen totalmente de su registro cómico y amable. En ambas, Williams encarna a dos personajes siniestros, uno asesino y el otro psicópata, que quizás provocan más terror aún precisamente por aquello a lo que el actor tenía acostumbrado al gran público.
Las dos películas demuestran que Robin Williams podía enfrentarse a papeles alejados de la comedia, y meterse en la piel del villano en vez de la del protagonista infantil o secundario simpático.
'Noche en el museo: El secreto del faraón' (2014)
Robin Williams poniéndose en la piel del presidente Theodore Roosevelt en la saga infantil de 20th Century Fox se convertiría en el homenaje póstumo al actor. Quizás no fuese la mejor ni la más recordada, pero sí la última vez que los seguidores de Williams pudieron disfrutar del actor en la gran pantalla.
Un final trágico para una vida complicada
El trágico final de su vida suponía el colofón a una existencia difícil para el actor: durante años luchó contra la adicción a las drogas y el alcohol, que comenzó a consumir cuando su trabajo como cómico de stand-up le provocó estrés. En 2006 tuvo que ingresar en un centro de rehabilitación a causa de una recaída con la bebida.
El 11 de agosto de 2014 se confirmaba la muerte del actor y, días después, la autoasfixia como causa del desenlace. Su mujer, Susan Schneider, confirmó que padecía la enfermedad de demencia por cuerpos de Lewy, afección con síntomas similares al Alzheimer o el Parkinson. Lo que le habría llevado a cometer el suicidio.
Schneider escribió en 2016 una carta en la revista científica Neurology en la que relataba el infierno por el que tuvo que pasar Williams durante los últimos meses de su vida.