Entres las múltiples facetas de Kanye West despunta una: coleccionar polémicas. ¿La última? El mensaje de 'White Life Matters' en las camisetas de la colección del rapero para su desfile en la semana de la moda en París.
Un mensaje, que traducido al español es el de "las vidas de los blancos importan", que resta relevancia al movimiento creado en contra de la violencia policial contra los negros en Estados Unidos.
Las redes ardieron, acusándole de proclamar el supremacismo blanco, y él respondió, como era de esperar, con más gasolina. Ahora se ratifica en una incendiaria entrevista de televisión en la que dice que pensó que las camisetas con ese mensaje eran divertidas.
En esta entrevista también ha aparecido con la foto de una ecografía colgada de su cuello, lanzando mensajes antiabortistas, llegando a declarar que en Nueva York "hay más bebés negros abortados que nacidos" y que "el aborto es la causa del 50% de las muertes de negros" en el país.
En la conversación ha querido acordarse del expresidente Donald Trump y ha calificado los cuerpos no normativos como algo demoniaco.
Pero la gota que ha colmado el vaso han sido sus mensajes antisemitas que han llevado a la red social de Instagram ha restringir la cuenta del rapero. Rápidamente ha migrado a Twitter tras dos años de ausencias y allí ha sido recibido con la bienvenida del mismísimo Elon Musk.
Estas declaraciones le ponen en el ojo del huracán y que ratifican que Kanye West es experto, sobre todo, en generar conflicto.
Autora de 'La huella vikinga'
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