La cantante estadounidense Miley Cyrus ha convertido el Festival Primavera Sound de Barcelona en una enorme discoteca al aire libre, en un concierto masivo a base de infalibles hits.
Incorporada a última hora al cartel, la cantante, tras tener durante varias jornadas a los fans agolpados a las puertas de su hotel, ha aparecido primero en un vídeo lamiendo frutas y vegetales, y ataviada en chupa y pantalones de cuero ha ido directa a uno de sus éxitos con un 'Nothing Breaks Like a Heart', al que ha seguido con 'Mother's Daughter'.
La voz rompedora e inconformista de la cantante ha proseguido con 'Unholy' -canción con la que se autodefine- antes de agradecer al público que se haya apiñado para escucharla: "Me encanta la persona que soy", ha agregado Cyrus, y para demostrarlo la americana ha seguido con la punky 'Cattitude'; la diva ha continuado con 'Dream' y ha rematado el tramo con una celebrada 'We can't stop'.
A sus 26 años, la ex Hannah Montana ha celebrado: "Estoy con vosotros en una de mis ciudades favoritas del mundo", y ha añadido que se siente genial y que su objetivo y aspiración es reunir a la gente cantando a su alrededor, discurso con el que ha introducido un discotequero 'Malibu' y un 'Jolene' muy folk con el baile incondicional de sus fans.
Después, la diva ha agradecido la asistencia del público y le ha regalado la esperada 'Party In The Usa', uno de sus éxitos fundacionales como cantante; con su voz algo rasgada, la estadounidense ha llenado por completo la explanada del Fórum.
A petición de los fans les ha regalado 'Can't be Tamed', para añadir otro de sus grandes clásicos, 'Wrecking Ball', clausurando así un concierto de éxitos asegurados que ha dejado al público con ganas de más.