El torero sevillano Morante de la Puebla se negó a matar el quinto toro de la corrida celebrada en Marbella, en protesta por la actitud de la policía, que propuso para sanción a varios miembros de su cuadrilla por reducir a dos antitaurinos que se arrojaron al ruedo.

Morante, se metió entre barreras haciendo gestos a la presidencia de que se negaba a rematarla con la espada. Todo sucedió una vez que a la muerte del tercer toro, dos antitaurinos se lanzaron al ruedo y fueron reducidos con contundencia por algunos miembros de la cuadrilla del sevillano.

Una vez detenidos los 'espontáneos', que fueron liberados momentos más tarde, en el callejón se vivieron continuas disputas entre el delegado de la autoridad y el equipo de Morante, que afeó a la policía la tardanza en reducir a los antitaurinos, y protestó por las posibles sanciones a sus banderilleros.

Se da la circunstancia de que uno de los dos antitaurinos era el ya famoso Peter Hansen, súbdito holandés que intentó agredir al propio Morante el pasado jueves en Palma de Mallorca.

Durante los últimos días también se han vivido tensiones en Marbella por parte los activistas antitaurinos, que intentaron boicotear el desembarque de la corrida, llenando de pintadas la plaza durante varias jornadas consecutivas.

Rivera y Talavante, los otros dos toreros que torearon en esa corrida, declinaron salir a hombros para acompañar a pie a Morante, que cortó una oreja de su primero, para dirigirse después a una reunión con el delegado de la autoridad, que confirmó la propuesta para sanción de los miembros de su cuadrilla.