Bajo los pinos de la ciudad universitaria de la capital se esconde una parte muy importante de nuestra historia, las trincheras de la batalla de Madrid. "Aquí es donde por primera vez se enfrenta un ejército industrializado moderno con una gran capital", ha explicado Alfredo González Ruibal, científico de CSIC y autor de 'Volver a las trincheras'.
Un equipo de arqueólogos ha sacado a la luz decenas de metros de los cientos de kilómetros de zanjas que rodearon Madrid durante la guerra. Gracias a este trabajo, conocemos más sobre la vida de los soldados. Según Gozález Ruibal, "El 99% del tiempo los soldados no combatían, sino que estaban en una trinchera, pasando frío, calor, sed, hambre".
La trinchera de Ciudad Universitaria no se utilizaba para el combate, era una trinchera de vida. En ella, los soldados republicanos dormían, comían, jugaban a las cartas y se protegían de los bombardeos. Al otro lado del frente de combate, en la Casa de Campo, el tramo de trincheras nos descubre los detalles de los combates.
"Las granadas de mano que se han encontrado indican que los combates eran a muy corta distancia", afirma el arqueólogo Luis Antonio Ruíz.
Este subsuelo guarda las pruebas de la defensa republicana del 'Batallón Edgar' frente al ataque del ejército sublevado. "El Batallón de Edgar André estaba formado, principalmente, por antifascistas alemanes, austriacos, entre otros, que vinieron a España para defender la República", añade Antonio Ruíz.
Un trabajo fundamental para conocer nuestra historia que, sin embargo, no cuenta con el apoyo de las instituciones públicas españolas. "El 90% de nuestra financiación, quizá algo más, proviene de otros países", señala González Ruibal. Estos restos, después de ser acondicionados y catalogados en el laboratorio, acabarán almacenados a la espera de poder ser expuestos algún día y poder así, completar la historia.