La catedral de Toledo ha acogido un nuevo acto de purificación y reparación de los pecados, en el que se ha pedido perdón por "las negligencias en el cuidado y respeto del templo”.
La misa que ha presidido el arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro, ha empezado con un acto penitencial que ha tenido lugar en el baptisterio de la catedral primada, en vez de el presbiterio, en el que el prelado ha pedido perdón "por los pecados del pueblo de Dios, sacerdotes, vida consagrada y laicos" y por "las negligencias en el cuidado y respeto del templo".
Este acto penitencial ha tenido lugar tras la polémica que surgió la pasada semana por el videoclip 'Ateo', que grabaron en la capital primada C.Tangana y Nathy Peluso, que finalmente motivó la dimisión del deán del templo, Juan Miguel Ferrer, que se ha hecho efectiva este sábado.
Al iniciarse la polémica, el Cabildo Primado justificó, en una carta firmada por Ferrer, que se autorizara la grabación del videoclip, porque "presenta la historia de una conversión mediante el amor humano", aunque pidió disculpas por si "a algunas personas les pueda producir desagrado" o herir su sensibilidad. Sin embargo, en un escrito Cerro lamentó que se hubiera grabado en la catedral y pidió perdón a todos los fieles.
Ahora, Cerro ha pedido también perdón "por los pecados contra la unidad y la comunión en la Iglesia, por las críticas destructivas, intencionadas o inconscientes y superficiales".
Además, todos los asistentes a la misa han solicitado el perdón "por todas las opresiones, injusticias y violencia que atentan contra la libertad y los derechos del hombre en el plano político, social, laboral y familiar", así como por "las inmoralidades y corrupciones que condicionan y empujan al individuo a una degradación moral o física, disuelven los vínculos familiares y desenfocan los verdaderos valores de la vida". Y también han pedido perdón "por los escándalos y por los abusos a las personas vulnerables".
Estas peticiones han conformado el acto penitencial y de profesión con que ha dado inicio la misa con la que se ha abierto la fase diocesana del Sínodo de los Obispos, que ha convocado el papa Francisco para octubre de 2023 en el Vaticano.