Seguro que Miguel Ángel nunca imaginó que su Adán podría ser un zombie. Cuando las grandes pinturas se convierten en Cómic, el trabajo de los dibujantes llega a los museos y a las exposiciones. "Permiten nuevas miradas sobre esa pintura, creo que eso le da magia y la hace especial", explica Asier Mensuro, comisario de la exposición 'El arte en el cómic'.
El evento es un homenaje de 50 viñetistas a los clásicos del óleo. Desde reinterpretaciones de Goya, Klimt; incluso, 'La Libertad guiando al pueblo', de Delacroix, hasta el arte pop contemporáneo. "Creo que a la mayoría de dibujantes de cómic les gusta la pintura desde siempre", asegura Miguel Ángel Martín, autor del cómic 'Mitos del pop'.
El cómic nos enseña mucho del arte. Porque las viñetas pueden mostrarnos, por ejemplo, el proceso creativo de Picasso pintando el Guernica. "Realmente son artes gráficas que quieren comunicar cosas, pero una es más narrativa que otra", señala la ilustradora y dibujante de cómic Ana Galán.
Los dibujantes también se atreven a actualizar el mensaje de la obra original. "Convertir 'Las meninas' en 'Las mendigas' me parecía una forma elegante y divertida de hacerlo", opina Don Julio, autor y dibujante de la revista 'El Jueves'.
La obra de Velázquez, incluso, está presente hasta en las tiendas de cómic. Así, buscando entre tebeos se encuentra el último Premio Nacional del Cómic, 'Las meninas', de Santiago García y Javier Olivares. Y no es el único gran pintor homenajeado en esta tienda.
Dibujar a Lobezno como si fuera una pintura japonesa del siglo XVIII, ver a Obelix convertido en 'El hombre de vitruvio', o que el propio Ibáñez imagine a 'Las tres gracias', de Rubens, en Mortadelo y Filemon. Son claras muestras de que la pintura y el cómic pueden ser artes complementarias.