Los Sanfermines de 2014 han finalizado con el tradicional 'Pobre de mí', en el que miles de personas, con velas encendidas, han mostrado su pesar por el fin de las fiestas de este año. Conforme se acercaba la medianoche, pamploneses y visitantes se han ido reuniendo en la plaza consistorial y calles adyacentes del casco viejo, mientras que los miembros de las peñas de mozos se daban cita en la cercana Plaza del Castillo.

Cuando el reloj de la Casa Consistorial de Pamplona ha dado las doce de la noche, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, se ha dirigido a los congregados desde el mismo balcón en el que el 6 de julio se lanzó el chupinazo anunciador de las fiestas.

"Pamploneses, pamplonesas, se han acabado las fiestas de San Fermín. Gracias a vosotros hemos disfrutado unos días inolvidables, de las mejores fiestas del mundo. Ahora toca guardar los pañuelos y esperar a las fiestas de 2015, porque ya falta menos para San Fermín", es la frase con la que el alcalde, acompañado por los concejales y otras autoridades e invitados, ha despedido las fiestas de este año.

En ese momento, todos los presentes, como marca la tradición de las fiestas, han encendido las velas, se han quitado el pañuelo rojo del cuello y lo han alzado sobre sus cabezas mientras entonaban la célebre melodía del "Pobre de mí, pobre de mí, que se han 'acabao' las fiestas de San Fermín".