Adam Michnik, uno de los intelectuales más destacados de la Guerra Fría en Europa y el redactor jefe de "Gazeta Wyborcza"(el más leído de Polonia) , ha sido distinguido este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2022.
Lo cierto es que Michnik ha obtenido numerosos reconocimientos internacionales por su dilatada carrera en un periodismo honesto y comprometido con la libertad, así como por su lucha constante de los derechos humanos y los valores democráticos. De hecho, esta defensa de la democracia y de los derechos humanos le llevó a las cárceles del régimen comunista polaco durante seis años, pero, según ha resaltado el jurado, "no por ello desistió de su firme oposición a la dictadura ni de buscar la reconciliación entre sus conciudadanos".
Además de la influencia que ha tenido en su país en las últimas décadas para asentar los valores democráticos y su compromiso con el periodismo de calidad, el jurado ha considerado que Michnik es hoy en día "un símbolo de la libertad de expresión y del humanismo, así como un ejemplo ético de resistencia frente a las amenazas autoritarias".
Los inicios de Michnik: de soldador a redactor jefe
Nació en 1946 en una familia de origen judío y cercana al Partido Comunista. Desde sus tiempos de estudiante, adoptó una postura contestataria y se involucró en asociaciones que mezclaban la política y la cultura, como el "Club de Buscadores de la Contradicción", lo que le valió la expulsión de la universidad en 1968 y una condena a tres años de prisión, recoge Efe.
Trabajó como soldador hasta que se le permitió volver a estudiar y redobló sus actividades anticomunistas, con la fundación de varias revistas clandestinas. En 1988 se convirtió en asesor del líder sindical y posterior presidente Lech Walesa. Más tarde llegó a apoyar activamente la candidatura presidencial de Tadeusz Mazowiecki, rival de Walesa.
Su implicación en la política se canalizó a través del diario "Gazeta Wyborcza", el más influyente y respetado de Polonia desde hace décadas. Allí escribió de forma regular con su nombre y algunos pseudónimos hasta 2004, cuando los problemas de salud le obligaron a dosificar su actividad profesional. La "Gazeta Wyborcza", que imprime 11 ediciones regionales, es una referencia indiscutible en el panorama mediático polaco y se caracteriza por su postura beligerante contra la ideología conservadora.
Crítico con Putin y con el gobierno polaco
Michnik es conocedor de la política rusa y, como tal, ha abordado en diferentes artículos la invasión de Ucrania en los que se ha mostrado muy crítico con las decisiones y actos del presidente ruso, Vladímir Putin. Entre sus libros figuran escritos que han tenido gran peso en Polonia como "La Iglesia, la izquierda, el diálogo", así como artículos que marcaron la historia del país, como el titulado "Vuestro presidente, nuestro primer ministro", que hizo posible la elección de Tadeusz Mazowiecki como primer ministro no comunista en el Este.
Sin embargo, desde la llegada al poder en 2015 de la coalición ultraconservadora liderada por Jaroslaw Kaczynski, colega de Michnik en sus tiempos, el premio Princesa de Asturias se ha manifestado en varias ocasiones contra el "cierre gradual de la democracia" al que según él se enfrenta su país. Sin ir más lejos, el pasado 20 de marzo, Michnik aseguró que el partido que gobierna Polonia y el presidente ruso "siguen el mismo patrón". De hecho, comparó los intentos del Gobierno polaco por cerrar un canal de televisión a la "liquidación de medios independientes" en Bielorrusia y en Turquía.
Este crítico incansable de cualquier tipo de censura y defensor de la información imparcial enfatizó en una entrevista de televisión el año pasado que "para que una sociedad cambie su punto de vista, primero tiene que tener una buena visión". Pero la proliferación de propaganda, noticias falsas y censura son, a su juicio, uno de los grandes peligros para que el público pueda estar informado y desarrollar sus propias ideas.
Su influencia ha servido para que algunos de sus artículos hayan sido publicados en periódicos y revistas europeos como "Der Spiegel", "Le Monde", "Liberation" y "El País" y los estadounidenses "The Washington Post" y "The New York Review of Books". En 2018 fue uno de los treinta intelectuales que firmaron el manifiesto "Europa en llamas", sobre la amenaza de los populismos y es miembro del consejo emérito de Reporteros sin Fronteras.