Francis Ford Coppola ha llegado a Oviedo con ganas de hablar. En estos días ha sido inevitable preguntarle por corrupción a quien mejor supo retratarla en 'El padrino'. A lo que respondía claramente: "La corrupción es la enfermedad a la que no se puede sobrevivir", pero a pesar de sus palabras se muestra optimista. " El mundo está descubriendo cosas maravillosas, intituciones como el matromonio, el periodismo o la educación están cambiadno" decía el galardonado.

De momento su futuro inmediato es recoger el Princesa de Asturias de las Artes en una edición polémica. Porque si hasta ahora las protestas sólo estaban en la calle, este año el debate está dentro del Ayuntamiento.

La vicealcaldesa de Oviedo pide que la Fundación detalle en qué se gasta los 350.000 euros de subvención que les da el Ayuntamiento. Un gasto que según ella deberían asumir los patronos de la Fundación, formada en parte por grandes fortunas, ya que no pueden "dar una subvención nominativa sin más, sin que se justifique en qué se gastan el dinero, porque no podemos subvencionar un cóctel o una ceremonia, un acto privado".

El alcalde los considera una inversión en turismo, que además le da un valor añadido a la ciudad. "El que Oviedo sea un referente a nivel internacional donde se premien a personalidades preocupadas por la justicia y la pobreza en estos tiempos, creo que es muy importante", apuntaba Wenceslao López, alcalde de Oviedo.

Una división que también se vive en la calle, donde pronto convivirán dos manifestaciones. La de quienes están en contra de los premios y quienes están a favor.