Cada año, los meses de enero y febrero son en los que en España y en muchos otros lugares se extienden las alfombras rojas para dar paso a las ceremonias de entrega de premios. Globos de Oro, Premios Goya, BAFTA... y desde hace algunos años, también los Premios Feroz. Desde hace algunos años, no muchos, porque en 2023 esta ceremonia cumple diez años.
El aniversario de los Feroz "viene a ser la afirmación de unos premios que nadie esperaba, ni creía que se necesitaran"; sin embargo, "han abierto la mirada a nuevas creaciones y han puesto en el mapa a artistas como Los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo), que son un poco metáfora de nuestra propia existencia". Esta es una consideración de María Guerra, presidenta de la Asociación de Informadores de Cine de España (AICE), la entidad que concede estos premios a lo mejor del cine español del año, y desde 2016, también a las series de televisión, este año, con un nuevo premio al mejor guion de series, y con Pedro Almodóvar como padrino y Premio de Honor.
Guerra, reelegida en 2022 para un segundo mandato, asegura que mantiene "la antorcha de la insensatez y del atrevimiento" de los primeros Feroz y confía en mantener "la mirada desafiante" con la que nació la asociación. Hace diez años, los periodistas españoles especializados en cine —aún no habían saltado a la palestra las series con el ímpetu actual— veían problemas y carencias en el modo en el que funcionaba la maquinaria de la información cinematográfica, unos desajustes que provocaban, cada vez más a menudo, un malestar difícil de explicar.
Era 2013 y un grupo de jóvenes informadores, colegas y amigos que habían comenzado a trabajar a la vez en distintos medios no encajaban bien el hecho de que los medios "tradicionales" mirasen con desdén, incluso, con superioridad, a los que informaban desde medios digitales. "David Carrón, Pedro Vallín, Laura Seoane, Pablo López, David Martos y otros éramos un relevo generacional que había llegado de golpe a una profesión que se resistía al cambio y en la que nos teníamos que hacer hueco a codazos", cuenta a EFE Fernando de Luis-Orueta, fundador de la AICE y entonces director de un medio digital.
Muchas charlas y muchos ratos robados al sueño en festivales de cine después, el grupo dio el "salto al vacío". "Cuando el mundo periodístico estaba girando totalmente, ellos irrumpen en los festivales y empiezan a cuestionar los criterios tradicionales y los privilegios de la prensa. Pero, ¿de qué prensa? ¿Es que solo había una prensa con credibilidad?", apunta María Guerra. La AICE, considera la veterana periodista, directora de La Script, "apareció en el momento en el que el digital lo estaba cambiando todo, y ya entonces me pareció maravillosa su valentía y esa altivez que para mi ha sido muy refrescante".
Carrón —entonces periodista cultural en La Razón— asumió la primera presidencia y después Vallín —redactor jefe de Cultura en La Vanguardia— fue elegido para el cargo en las primeras elecciones, ya con 180 socios (ahora roza los trescientos). Y como buque insignia, los Premios Feroz. Pero crear unos premios de la nada no era sencillo, mucho menos en un momento en el que los propios Goya tenían dificultades de financiación. "En aquel momento, Gas Natural patrocinaba actividades de cine y les convencimos para el primer empujón, pero no puso tanto dinero como para producir la gala, así que lo hicimos nosotros tomando vacaciones en nuestros medios", explica Fernando de Luis-Orueta. Y también asumieron deudas, incluso, personales.
La primera gala de los Feroz fue "Hollywood"
La situación laboral de algunos miembros del equipo —y las múltiples alabanzas a aquella primera gala, que fue todo un éxito— les empujó a compatibilizar su profesión periodística con la producción de eventos: había nacido La Tropa Produce, hoy en día una empresa consolidada que sigue ocupándose de los Feroz, entre otras muchas actividades.
"Aquello fue 'Hollywood', conseguimos hacerlo en la Gran Vía, en el cine Callao —levantamos por primera vez todas las butacas—, y el Ayuntamiento nos dejó ocupar toda la plaza. La cosa fue tan tan gorda, recuerda para EFE David Carrón, que Álex de la Iglesia, expresidente de la Academia, me dijo: 'Sois unos cabrones porque habéis conseguido lo que yo no logré con los Goya', y que era una alfombra roja al aire libre en Madrid, porque él tuvo que meterla en una carpa cuando se hicieron en el Teatro Real".
Hoy, la presidenta es consciente del "problema más gordo" de la asociación: "La precariedad, que además es invisible, no solo para la ciudadanía sino para la propia industria", y que provoca "la aparición de un periodismo 'fan' —lo define Guerra—, que se mueve en un territorio muy difuso en cuanto a la credibilidad".
"Hay que ser crítico, pero el periodista tiene que tener dinero para comer", advierte la presidenta de los informadores, que sin duda, abordará el tema en su emblemático discurso en la fiesta de los "Globos de oro" españoles, que vuelven a Zaragoza