El rapero mallorquín Valtonyc se ha marchado a Bélgica en vísperas de que mañana acabe el plazo de 10 días que le concedió la Audiencia Nacional para que empiece a cumplir la condena de 3,5 años de prisión que pesa sobre él por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas. Según ha informado TV3 citando fuentes de su entorno, José Miguel Arenas Beltrán, Valtonyc, ha salido de España con el propósito de eludir la acción de la justicia.
El rapero ha asegurado a través de su cuenta de Twitter que "desobedecer es legítimo y obligación ante este estado fascista". "Mañana es el día. Mañana van a tumbar la puerta de mi casa para meterme en la cárcel. Por unas canciones. Mañana España va a hacer el ridículo, una vez más. No se lo voy a poner tan fácil", ha escrito el rapero. Entre hoy y mañana hay convocadas concentraciones de apoyo a Valtonyc en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Villarreal, Girona, Alicante y Castellón, según han difundido sus grupos de apoyo a través de redes sociales.
La defensa del cantante ha presentado una petición ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que suspenda la orden de ingreso en prisión mientras resuelve un recurso, que está ultimando, en el que pide la anulación de la condena por vulneración de los derechos de libertad de expresión y creación. Varias entidades, incluida la Asociación Unificada de Guardias Civiles, han denunciado a Valtonyc por animar recientemente desde un escenario a matar "un puto guardia civil" y a "ponerle una puta bomba al fiscal".
El joven fue condenado por la Audiencia Nacional en febrero de 2017 a 3 años y medio de cárcel por tres delitos (enaltecimiento del terrorismo, calumnias e injurias graves a la Corona y amenazas no condicionales en sus canciones), si bien la pena a la que se le sentenció por cada una no sobrepasó los 2 años de prisión.
Un año después, el Supremo ratificó la condena al rechazar que la actuación de Valtonyc estuviese amparada por la libertad de expresión y la creación artística, sino que sus canciones incluían expresiones de apoyo y alabanza a las organizaciones terroristas GRAPO, ETA, y a algunos de sus miembros, así como frases contra la Corona y el presidente del Círculo Balear, Jorge Campos, a quien se dirigieron las amenazas.