La banda británica de rock Oasis, liderada por los hermanos Liam y Noel Gallagher, anunciaba hace apenas una semana que volvían a juntarse 15 años después de su abrupta separación. Para celebrar el reencuentro, después de innumerables disputas entre ambos hermanos, anunciaban una gira internacional llamada 'Oasis Live 25' que permitiría ver al grupo en 14 fechas repartidas entre Irlanda y Reino Unido. Sin embargo, la gira aún no ha comenzado y ya ha generado la primera polémica: los precios de las entradas.
La venta oficial se puso en marcha el sábado 31 de agosto, a través de los portales Ticketmaster y Twickets que, tras la pandemia, operan con la fórmula de "precios dinámicos". Es decir, ante la avalancha de solicitudes, ajustan los precios (en pleno proceso de compra) en función de la demanda, lo que provoca que los precios se disparen. Así, tras largas esperas y colapsos en el site, algunos usuarios se encontraban con una desagradable 'sorpresa' al llegar al proceso de compra. Las entradas ya no costaban el precio inicial marcado, llegando a sobrepasar hasta seis veces el valor inicial.
Es cierto que el distribuidor, con varios mensajes, alertaba al usuario de que "por alta demanda" el precio de las entradas había variado. Una práctica abusiva (que no ilegal), que la propia banda había tratado de impedir, pidiendo a sus seguidores que no revendiesen los boletos.
Reino Unido e Irlanda investigarán lo sucedido
Como era de prever la venta de tickets desató una ola de críticas sobre las páginas de venta de entradas, no sólo por las colas cibernéticas interminables, sino por el comentado precio abusivo. Tal ha sido el malestar y la desazón generada entre los acólitos de la mítica banda de Manchester, que los Gobiernos británico e irlandés han abierto una investigación para esclarecer lo sucedido con los precios "dinámicos", y ponerles fin.
En el caso de los británicos, los laboristas anunciaron, un día después de la puesta a la venta, que estudiarán esta situación en la próxima consulta sobre el mercado de entradas en el Reino Unido, dedicada a abordar el fenómeno de los precios injustos y la reventa. Asimismo, la secretaria de Cultura, Lisa Nandy, ha manifestado su firme compromiso para acabar con las "reventas fraudulentas" y asegurar que las entradas se vendan a "precios justos".
Por otra parte, la ministra Lucy Powell, líder de la Cámara de los Comunes, confirmó en una entrevista en la 'BBC Radio 5', que ella era una de las afectadas y que llegó a desembolsar más del doble del coste original. Reconoce que "no tuvo más remedio" que pagar, ya que son "las reglas con las que funciona el mercado".
A su vez, el Gobierno irlandés se ha pronunciado en la misma línea. El primer ministro, Simon Harris, ha anunciado que quiere investigar "el monopolio" en el sector de la venta de entradas. Asimismo, ha señalado la necesidad de analizar las operaciones del sector para abordar cuestiones relacionadas con la transparencia y la aplicación de los llamados precios "dinámicos", con los que estas compañías alteran el coste final cuando sube la demanda.
"Creo que mucha gente se ha quedado con un mal sabor de boca por los precios y los recargos, y debemos de ser conscientes también de que estamos ante una situación de monopolio", ha subrayado el jefe del Ejecutivo.