La cantante estadounidense Anastacia realizó una presentación este sábado como invitada musical en el Vaticano, en el marco del evento anual que ofrece la jefatura de la Iglesia Católica para conmemorar las fiestas Navideñas. La estrella debió seguir estrictas normas de protocolo durante su actuación.
Semanas antes del concierto que se realizó en la Basílica de San Pedro, el Vaticano le envió al equipo de la artista una lista de exigencias de comportamiento, indicando que tenía prohibido mover las caderas y la parte inferior del cuerpo, según informó FOX News.
La intérprete tampoco tuvo libertad a la hora de elegir su vestuario, ya que de acuerdo con el protocolo, tenía que usar un "vestido elegante y de dimensiones apropiadas".
"Anastacia está acostumbrada a ser ella quien da las órdenes y quien presenta su lista de demandas. Pero hace unas semanas fue su equipo el que recibió un documento especial del Vaticano en el que se detallaban claramente, sin posibilidad de rebatirlas, las normas que definirían su número musical si de verdad quería actuar delante del Papa", ha desvelado una fuente cercana a la artista al diario The Sun.
"Todo el mundo sabe que a Anastacia le gusta moverse mucho arriba del escenario y que su vestuario es bastante provocativo y ella es muy proclive a mostrar sus increíbles abdominales", continuó.
Otro de los requisitos fue que a Anastacia no se le permitió lanzar "exabruptos o palabras malsonantes" de ningún tipo en medio de la Basílica de San Pedro.