La máquina de escribir era el sonido característico de la redacción del 'Times' en los años 20. El diario quiere recuperar ese espíritu con el que se escribieron en España acontecimientos como el 23-F o las no tan lejanas Olimpiadas de Atlanta.

Tener el título de mecanografía se hizo imprescindible para encontrar trabajo en una oficina, por eso había que pasar por academias. Aunque el ordenador las desterró para casi todos, todavía hay quien aprende a escribir a máquina para prepararse unas oposiciones. Y hay quien se ha resistido a olvidarlas, Javier Marías todavía escribe a máquina sus novelas.

En una notaría de Bilbao, nunca han dejado de usarlas para documentos oficiales. Con el inconveniente de que no pueden tachar, ni corregir, así que tampoco pueden equivocarse. Incluso el servicio secreto ruso ha comprado 20 máquinas para los documentos clasificados y evitar el espionaje electrónico.

No les habrá sido dificil encontrarlas, porque cada vez se demandan más. En un taller de reparación de Madrid lo confirman. También puede descargarse una aplicación apadrinada por Tom Hanks que imita los sonidos y el aspecto de una máquina, tan real que tampoco se puede corregir. Eso sí, jamás podrá imitar el peso de las teclas al escribir.