Han sido ocho días de encierros con ocho imágenes para el recuerdo, o más bien para olvidar. Pocas veces hemos visto tanto ensañamiento como en el último encierro, cuando Olivito se ceba con un joven, al que empotra y cornea una y otra vez. Con la pierna destrozada intenta huir, pero el toro le persigue hasta que le vuelve enganchar y le atrapa contra el vallado.

Este Miura ha sido el toro más bravo de los encierros con cogidas y verdaderos sustos como el de una corredora a la que le pasa el cuerno rozando la nuca. El encierro más peligroso terminó con siete heridos, tres de ellos por asta de toro.

El otro astado con nombre propio ha sido Avenero. En el cuarto encierro se llevó a media Pamplona por delante, protagonizando uno de los arranques más impresionantes que se recuerdan.

Ha sido el morlaco de la velocidad, de los derrotes y las volteretas. Mozo que cogía, mozo que lanzaba por los aires. Terminó mandando a ocho corredores al hospital, dos con varias cornadas en la pierna.

En total ha habido 42 heridos, ocho por asta de toro, que todavía se recuperan en el hospital. El americano Bill Hillman ha sido el corneado más famosos de los Sanfermines porque, curiosamente, ha escrito el libro 'Cómo sobrevivir a los toros en Pamplona'.

Estos encierros también nos han dejado carreras bonitas, con grandes tropiezos y demasiadas imprudencias entre las que destaca el insensato 'selfie de un corredor'. Aunque han sido más los mozos que se han librado de cornadas por los pelos.