César Strawberry, como es conocido el cantante, cometió el delito entre noviembre de 2013 y enero de 2014 al mencionar en sus mensajes, entre otras personas, al funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, así como a los GRAPO.
El Supremo aplica la pena menor de las previstas por la Ley, pero señala que no puede disminuir más la condena porque no es posible considerar de menor gravedad los hechos, dada la gran difusión de los mensajes, teniendo en cuenta el amplio número de seguidores en las redes del cantante.
De este modo, el alto tribunal corrige a la Audiencia Nacional, que absolvió al reo en una sentencia contra la que recurrió el fiscal, a cuyos argumentos atiende ahora el Supremo al considerar que los mensajes del reo "alimentan el discurso del odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales".
César Strawbery se burló de José Antonio Ortega Lara -"habría que secuestrarle ahora"- o afirmó que "el fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta los GRAPO".