Ni es la primera vez ni, seguramente, será la última. Este viernes 2 de septiembre salían a la venta las entradas para los conciertos de Harry Styles en España, actuaciones que tendrán lugar el próximo 12 de julio en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona y, dos días después, en el Nuevo Espacio Mad Cool de Madrid. Los 'tickets' salían a la venta hoy, efectivamente, pero un día después del proceso de preventa, para usuarios registrados en las plataformas Ticketmaster y LiveNation, los dos únicos puntos de venta oficiales para estos conciertos —y, en general, para la gran mayoría de grandes eventos musicales—.
Las entradas, cuyo precio oscilaba entre los cerca de 90 euros y más de 250 euros, no duraron nada. A las 10:00 de la mañana se abría el proceso; en cuestión de minutos llegaban las primeras quejas. "Hemos llamado a Ticketmaster por teléfono y nos han dicho que en la preventa vendieron el 90% o la mayoría de las entradas, y que hoy han sacado el resto. Son unos sinvergüenzas", escribía una usuaria de Twitter poco después de la hora a la que se comenzaban a vender. "¿Podemos cancelar de una vez Ticketmaster y LiveNation?", preguntaba otra. La situación es similar a la que se vivió hace solo unos días, cuando Coldplay comenzaba a vender sus entradas para los 'shows' de Madrid y Barcelona: la batalla por conseguir entradas fue toda una misión imposible.
La alta demanda llevó a la banda a, en un movimiento probablemente nada improvisado, abrir nuevas fechas para sus actuaciones, con hasta cuatro conciertos en Barcelona. Tampoco hubo opción: el cartel de 'sold out' no tardó en colgarse en las taquillas virtuales de los puntos de venta oficiales, dando paso a uno de los más graves problemas que siempre surgen en estas circunstancias: de los 50 euros que costaban las entradas originalmente surgieron los 'tickets' a 300 euros en la reventa.
Poco más de un par de horas después de que las entradas del exmiembro de 'One Direction' se agotaran, cerca de 20.000 personas optaron por buscar sus opciones en Viagogo, web en la que, a esa misma hora, los precios por las entradas ya se habían multiplicado. Con una velocidad de venta brutal, dos horas después de la venta oficial ya se había vendido alguna entrada por 428 euros en grada, cuando las más caras (precios oficiales) rondaban los 260 euros.
Otras, más próximas al escenario, tenían un precio de reventa cercano a los 1.000 euros. La más cara (encontrada a las 13:09 del 2 de septiembre) tenía un precio de 1.417 euros por una entrada en la pista Pod Johnny's Place, cuyo precio original era de 170 euros, un incremento de más del 700% de su valor de arranque. Pero incluso los precios oficiales parecen haber variado con respecto a los que se ofrecían en preventa, o al menos así lo han denunciado varios usuarios. "Me parece una vergüenza, Ticketmaster, que ponéis 'pods' una hora después al doble de precio, detrás de la excusa de que hay más demanda que oferta", critica uno. Como era de esperar, las críticas entre los usuarios se han repetido, como ya lo hicieron en los días de Coldplay, hasta el punto de llamar a Ticketmaster "el enemigo público número 1 de toda España".
Otra de la problemática que otros usuarios han denunciado este viernes es la aparente "desaparición" de las entradas ya compradas. "A una amiga le han cobrado la entrada pero no le sale como tal entrada en su cuenta de Ticketmaster, ¿alguien sabe algo? Ha iniciado sesión y no le sale. AYUDA", pregunta desesperada una usuaria en las redes sociales.
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